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Katia Borrás

El mayor sindicato libre del mundo

Poco tiene que ver el proyecto Ver.di con la música. Bueno, depende de cómo se mire. Que les pregunten a los orquestantes, que estos días ensayan como desesperados la gran obertura de esta macro escenificación sindicalista.

Entre el 16 y 18 de marzo, y en el marco de un congreso maratoniano que se celebra en Berlín, cinco de los sindicatos mayoritarios alemanes decidirán su posible disolución para poder fusionarse conjuntamente a principios de la semana próxima. Se trata de un proyecto de dimensiones colosales: el sindicato de servicios unificado Ver.di que, con tres millones de afiliados, se convertiría en el mayor sindicato libre del mundo.

Los candidatos a esta macrofusión son el Sindicato de los Servicios Públicos y del Transporte (ÖTV), cuyo número de afiliados suma la mitad del total, el Sindicato Alemán de Empleados (DAG), el de Comercios, Bancos y Seguros (HBV), el de Correos y Comunicaciones Federales (DPG) y el Sindicato Industrial de Medios de Comunicación (IG-Medien).

Para poder disolverse, la mayoría de ellos necesitan al menos el 80 por ciento de los votos de sus delegados; en el de medios de comunicación, la cifra disminuye hasta el 75 por ciento. En caso de que sólo uno de ellos no logre alcanzar la mayoría necesaria, todo el proyecto quedaría paralizado.

La creación de Ver.di no es, ni mucho menos, pan comido. El sindicato gigante representará a trabajadores de más de 1000 profesiones. Un gran número de afiliados del ÖTV y del HBV se muestran reticentes a dar el visto bueno, porque temen convertirse en meros números y perder el contacto personal. Ello podría originar un aumento masivo de bajas, un problema al que ya hoy se enfrentan la mayoría de sindicatos.

Otro de los temas conflictivos es la reducción de plantilla. Hasta 2007, Ver.di la recortaría en un 20 por ciento. Se suprimirían así unos 1000 puestos de trabajo a través del sistema de jubilación anticipada, trabajo a jornada parcial y finiquitos.

El ÖTV, que aporta la mitad de los afiliados, vería disueltas sus estructuras y es difícil que, siendo tan fuerte, prescinda de imponerse también en Ver.di. Es más, cada uno de los candidatos a la fusión tiene miedo a perder su identidad, por no ser esta una fusión entre sindicatos de dimensiones y cualidades similares.

Se trata, pues, de una gran orquesta que promete ser muy difícil de dirigir.

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