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Susana Criado

Teleco-depresión

Nuevo desplome en el sector de las telecomunicaciones. Deustche Telecom perdió un 4,7%; France Telecom un 3,5%, Telefónica un 2,5% y los fabricantes de móviles Alcatel y Nokia cedieron un 3,5% y un 7,1%, respectivamente. Fuertes ventas en el sector de las telecomunicaciones tras confirmar, por enésima vez en lo que va de año, las flojas perspectivas de un sector que hace meses prometía mucho y que día a día ofrece menos y, para colmo, se ahoga en su propia deuda.

La nueva oleada de ventas que llegó a los mercados europeos, incluido el español, fue motivada por Deustche Telecom. La operadora alemana anunció que sus pérdidas en el primer trimestre del año alcanzan los 1.800 millones de euros, cinco veces más de las pérdidas registradas en igual periodo del año anterior. De las cuentas presentadas por Deustche Telecom al mercado le preocupan varios aspectos: que las pérdidas superan las previsiones en 800 millones de euros, que no va a alcanzar no beneficios sino tan sólo un cash-flow positivo hasta el año 2004, que el negocio de la telefonía fija tiene un margen limitado para crecer y, además, que tiene muy complicado el reducir su elevado endeudamiento.

A finales de marzo su deuda ascendía a 67.200 millones de euros. Su presidente anunció ya hace tiempo que su intención era reducir esa deuda a finales de 2002 hasta los 50.000 millones. Objetivo muy ambicioso si tenemos en cuenta que tiene muy complicado el vender algunos de sus activos. Entre ellos su negocio de telefonía por cable que se lo intentó colocar a Liberty Media y que finalmente no pudo por las enormes trabas que encontró con las autoridades de la competencia alemanas; también tenía previsto Deustche Telecom colocar en bolsa su filial de móviles T-Movile con el fin de obtener 10.00 millones de euros. Algo imposible en los momentos actuales si tenemos en cuenta que las bolsas no están ni para OPVs -ofertas públicas de venta de acciones- y menos aún de empresas ligadas a las telecomunicaciones. Y en tercer lugar, tenía previsto recortar el dividendo que paga a sus accionistas: la idea se le truncó cuando el Estado alemán, su principal accionista- necesita dinero para equilibrar las cuentas públicas.

El error, que confiaron en exceso en la puesta en marcha de la telefonía de tercera generación UMTS y que se endeudaron hasta las cejas al acudir a las billonarias subastas de las licencias. La solución, que el UMTS deje de ser la gran esperanza y se convierta en una vez por todas en una realidad.

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