Si hace un par de años Zeltia era sinónimo de pelotazo en bolsa, hoy Zeltia es sinónimo de sin razón. Desde sus máximos anuales acumula un recorte superior al 50%, desde el pasado dos de enero cae un 29% y sólo en las dos últimas semanas ha caído un 15%. ¿Por qué? La respuesta más habitual entre analistas y expertos financieros es imprecisa: dicen que es un valor altamente especulativo, que se mueve en base a expectativas y que ahora, lo que el mercado quiere, son hechos reales.
Entre los argumentos que pueden explicar la desconfianza que está rodeando a Zeltia en los próximos días tenemos el miedo a que la Administración de Estados Unidos impida la comercialización de su medicamento contra el cáncer, el ET 743. Que la impida o que la retrase hasta el año 2004 cuando en principio estaba previsto que se comercializara en la segunda mitad del próximo ejercicio. Estos temores, nacidos a raíz de que se paralizara la autorización para distribuir dos fármacos contra el asma de Novartis y Genetech, empujan a Zeltia hacia sus mínimos anuales, los 8,41 euros. ¿Dónde estarán aquellos 16,99 euros que vimos a principios de 2001?
Su desplome en bolsa tanto preocupa a los responsables de la compañía que en los últimos días han concedido entrevistas a distintos medios de comunicación. Su objetivo: calmar el ánimo de los inversores y lanzar un mensaje de optimismo. Su presidente Jose María Fernández-Sousa , en un intento fallido de tranquilizar al valor, anunció que la empresa de biotecnología está ultimando un acuerdo con una compañía estadounidense para comercializar en ese país su producto estrella, el ET-743. Palabras que cayeron en saco roto porque el mercado sigue presionando a Zeltia que perfora soportes y marca, día sí día también, nuevos mínimos anuales.
Pero, ¿qué hacer ahora? Si uno está dentro del valor, concilia el sueño por las noches y no necesita el dinero para pagar la hipoteca debería aguantarlo en cartera. Es cuestión de fe, de creer o no creer y si hemos creído hasta el momento, ¡con la que está cayendo y con la que ha caído en la bolsa!, debería aguantar el último tramo. Si usted es de los que tiene dudas y cree que el momento de Zeltia pasó como pasó el de Radiotrónica o el de Telepizza, lo mejor es romper por lo sano y refugiarse en valores que tengan además de un proyecto creíble y un presente palpable.

Zeltia, la sin razón del mercado
En Libre Mercado
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