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Ni rastro de recuperación: el PIB cae un 1,6% hasta marzo

Los indicadores adelantados revisados por la AIReF apuntan a una caída superior a la esperada en febrero.

Los indicadores adelantados revisados por la AIReF apuntan a una caída superior a la esperada en febrero.
Varapalo de la AIREF a Sánchez y Calviño | EFE

Nuevo varapalo para el gobierno de España. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha revisado a la baja su previsión de crecimiento para el primer trimestre del año, ahondando la caída esperada para los meses de enero, febrero y marzo. Si en febrero anticipaba un descenso de la producción del 1,3% en tasa intertrimestral, el Modelo MIPRED de la entidad que preside Cristina Herrero apunta ahora a una reducción del 1,6%.

Hace escasos días, el Instituto Nacional de Estadística publicó su última actualización del dato de crecimiento de 2020. Durante el pasado año, la producción económica se redujo un 10,8%, una cifra nunca antes vista en toda la serie histórica. De acuerdo con el INE, el crecimiento fue nulo en el cuarto trimestre, frente al leve aumento del 0,4% que se había estimado anteriormente.

Esto ha motivado una nueva calibración del PIB del primer trimestre de 2021 por parte de la AIREF, que actualiza su modelo de previsiones de acuerdo con los indicadores disponibles. Así, en las próximas semanas se esperan algunas correcciones más, al calor de datos correspondientes al mes de marzo como el consumo de electricidad o la afiliación a la Seguridad Social.

Una previsión irreal

Es especialmente preocupante que la AIReF estime que la economía sigue reduciendo sus niveles de producción porque, tras un desplome sin precedentes en el año 2020, el curso 2021 estaba llamado a ser el de la recuperación. De hecho, el gobierno de España ha planteado sus presupuestos partiendo de que la economía experimentará un crecimiento muy elevado, del 9,8%, tasa que se antoja a todas luces imposible.

De hecho, el consenso de analistas sitúa ya la estimación de crecimiento en el entorno del 5,5%, mientras que algunas estimaciones conocidas en las últimas semanas plantean tasas incluso más cortas. Por lo tanto, la brecha entre las previsiones del Gobierno y la evolución real de la economía no para de acrecentarse.

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