Aunque Pedro Sánchez llegó al poder hablando de "regeneración", lo cierto es que el apego de los españoles hacia las instituciones públicas se está reduciendo a marchas forzadas desde que el gobierno está en manos de PSOE y Podemos. Así lo pone de manifiesto la encuesta "Government at Glance", que elabora la OCDE y que presenta cuáles son las actitudes sociales predominantes en relación con los gobiernos de los países desarrollados.
En el caso de nuestro país, se observa una clara desconfianza hacia el gobierno, una creciente percepción de ineficacia respecto al sistema político, una insatisfacción cada vez más grande en lo tocante al funcionamiento de la democracia y un alejamiento notable entre el ciudadano de a pie y los procesos de toma de decisiones.
1. Desconfianza.
España presenta uno de los menores niveles de confianza ciudadana en el gobierno. Para ser precisos, el estudio de la OCDE apunta que solo un 38% de los españoles cree en el Ejecutivo de Pedro Sánchez, cifra muy inferior al promedio observado en el conjunto de las economías desarrolladas, donde esta medición alcanza el 51%.
2 y 3. Ineficacia e insatisfacción.
El estudio también pregunta a los ciudadanos por la percepción que tienen de la eficacia del sistema político. En este indicador, podemos ver que solo un 33% de los españoles piensa que las instituciones responden de forma eficaz a sus reclamos, por debajo del 41% que se alcanza, en promedio, en el conjunto de los países de la OCDE.
En línea con lo anterior, el informe de la OCDE demuestra que el descontento con el gobierno de Pedro Sánchez está incrementando la insatisfacción con la actual forma de democracia. Para ser precisos, solo un 50% de los españoles se muestra decididamente contento con el sistema democrático en vigor, frente al promedio del 61% que se alcanza en el conjunto de los socios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo.
4. Alejamiento.
Otro aspecto relevante del informe que ha elaborado la OCDE es el referido a la sensación de alejamiento que sienten los españoles con respecto a la toma de decisiones políticos. Solo un mísero 33% cree que se toman en consideración sus opiniones a la hora de desarrollar soluciones políticas, un porcentaje muy alejado del 46% que, de media, se alcanza en toda la OCDE.
