El Gobierno de Pedro Sánchez ha impulsado una serie de medidas, alguna de ellas todavía en trámite parlamentario, para intervenir el mercado del alquiler en España. La primera de ellas es la nueva Ley de Vivienda que, entre otras cosas, busca aplicar un control de precios en toda España, aunque quedará en manos de las comunidades autónomas su posterior regulación. Además, también han aprobado un proyecto de Ley Estatal por el Derecho a la Vivienda y han limitado las subidas de los alquileres ligadas al IPC.
Toda una batería de medidas que, aunque algunas de ellas todavía no están aprobadas y en vigor, han añadido incertidumbre en el mercado del alquiler de forma notable. De hecho, solo hay que ver los datos ofrecidos por la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI). Según la institución, la oferta de casas en alquiler se ha reducido un 15,5% en toda España en los últimos seis meses debido a esta serie de medidas estatales. Pero, en algunas comunidades como Cataluña, donde ya está en vigor la regulación para limitar los precios, las caídas son superiores al 20%.
A todo ello, también se suma una advertencia en cuanto a la morosidad de los alquileres, que influye de igual manera en esta reducción del parque de viviendas para arrendar. "FAI alerta que el importante aumento de la morosidad en el mercado del alquiler, ya observado, unido al tiempo necesario actualmente para recuperar la posesión de un inmueble en caso de impago, amenazan con provocar una reducción extraordinaria de la oferta en alquiler", señalan en un comunicado.
El control de precios encarece más el alquiler
Aunque era un efecto secundario señalado en múltiples ocasiones por los expertos, los datos de Fotocasa han demostrado que el precio del alquiler en Barcelona se ha incrementado un 11,7% interanual debido a la reducción de la oferta de vivienda. Por su parte, si se comparan estos datos con los de Madrid, donde no existe este control de los precios del alquiler, se ve una clara diferencia. En la capital, la subida ha sido del 3,2%.