Elon Musk se ha convertido en el hombre más rico del mundo, según Forbes, adelantando a Jeff Bezos. Su patrimonio, según esta revista tiene un valor estimado de 219.000 millones de dólares (199.660 millones de euros), después de que su fortuna subiera en 62.000 millones de euros debido al aumento del precio de las acciones Tesla. Un hecho, junto con la caída en bolsa de Amazon, que ha permitido a Musk colocarse en el primer puesto.
El mediático empresario que consigue mover el mercado, especialmente de las criptomonedas, a base de tuits, ha comprado Twitter. Hace solo unas semanas, el CEO de Tesla hizo pública la compra del 9,2% de las acciones de la red social. Ayer lunes, se hizo con el 100%.
¿Dónde está el atractivo de Twitter?
Los números no indican que Twitter sea una empresa que genere dinero, aunque ha mejorado su balance. En la última presentación de resultados, que se mostraban los datos del año 2021, se anunciaron unas pérdidas netas de 193 millones de euros. Algo negativo, pero que suponía reducir en más de un 80% los números rojos de la compañía.
Eso sí, la facturación el curso pasado superó los 4.400 millones de euros, un 36,6% más que en 2020. En cuanto a los usuarios activos diarios, Twitter cuenta con 315 millones, unos números todavía muy alejados de los 2.910 millones de Facebook, 2.562 de YouTube, 1.478 de Instagram o los 1.000 de TikTok. Hasta Snapchat tiene más usuarios activos diarios que Twitter.
Elon Musk ha dado alguna pista de lo que le gustaría hacer con Twitter, cuya principal finalidad es la de defender la libertad de expresión. El magnate también dejó entrever la posibilidad de crear una suscripción y reducir la publicidad.
Twitter fue creada en el año 2006 por Jack Dorsey y solo siete años después debutó en Wall Street. Los números, en cuanto a la gestión económica, nunca han sido el punto fuerte de Twitter, que no ha conseguido establecer un negocio rentable. De hecho, el precio de sus acciones no ha vivido la revalorización que sí registraron otras plataformas similares. Por eso, Elon Musk tendrá trabajo que hacer si quiere crear un modelo rentable, algo que le costó hacer con Tesla, hasta que finalmente lo ha logrado.