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Las excusas de Calviño para rebajar el PIB: culpa a Putin y quita importancia al consumo

El Gobierno dice que rebaja sus previsiones de crecimiento por culpa de Putin y que quitando el consumo y la construcción todo va bien.

El Gobierno dice que rebaja sus previsiones de crecimiento por culpa de Putin y que quitando el consumo y la construcción todo va bien.
Nadia Calviño, durante la presentación del nuevo cuadro macro | EFE

La economía se frena. El INE ha publicado este viernes los resultados adelantados del primer trimestre y arrojan un frenazo de la evolución del PIB al 0,3%. Además, según conocimos ayer el mercado laboral ha destruido en el primer trimestre 100.000 puestos de trabajo. De esos 100.000 empleos, la mitad aproximadamente son autónomos, cuya reducción se ha multiplicado por 5 respecto al mismo periodo del año anterior.

Todos los servicios de estudio, desde organismos internacionales como el FMI hasta servicios de estudios privados de bancos españoles o la propia Agencia Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), han reducido sus previsiones de crecimiento para España para 2022 en el entorno del 4,5%.

De este modo, el Gobierno se ha visto obligado a publicar una actualización del cuadro macroeconómico de previsiones que enviarán a Bruselas este mismo sábado.

El recorte en la previsión de crecimiento no ha sido menor: nada menos que pasa del 7% al 4,3%. La justificación que ofrece el Ejecutivo: la elevada incertidumbre del contexto económico por el impacto de la guerra de Putin en Ucrania y la escalada de precios.

En cuanto a lo que sucederá en los años sucesivos, el Gobierno hace unos pronósticos decrecientes en cuanto a crecimiento, aunque sigue diciendo que nuestra recuperación es fuerte y robusta. Según han presentado este viernes, creceremos un 4,3% en 2022, el 3,5% en 2023, el 2,4% en 2024 y el 1,8% en 2025.

Así lo ha avanzado la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, en una rueda conjunta con la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, antes de que el Ejecutivo remita a Bruselas antes de este sábado el Programa de Estabilidad 2022-2025 con el nuevo escenario fiscal y la actualización del cuadro macroeconómico.

"Cada vez más empleo y de mejor calidad"

Si no fuera porque ya nos tiene acostumbrados, no dejaría de sorprender el optimismo casi patológico de la ministra Calviño a la hora de defender la robustez, fuerza y sostenibilidad de la recuperación de la economía española. Algo que lleva repitiendo casi de manera sistemática desde que impactó la pandemia en España en marzo de 2020, cuando ya prometió que en verano de aquel año veríamos una fuerte recuperación económica. Considera Calviño que crecemos y que lo hacemos con una fuerte creación de empleo. Decía Calviño este viernes que España "crea cada vez más empleo y empleo de mejor calidad".

Se le olvidaba matizar a la señora Calviño que además de perder 100.000 puestos de trabajo en el primer trimestre, por obra y gracia de la inflación, la caída de los salarios reales en España es superior al 6% (La subida por convenio pactada de salarios y publicada en marzo es del 2,59% y la inflación está en el entorno del 9%). Se trata de la mayor caída de salarios reales del siglo XXI. Muy por encima de la caída de salarios reales que se registró en 2012 cuando España estuvo a punto de quebrar, que se situó en el 1,5%.

"Tenemos un crecimiento fuerte y sostenido"

Pero para Calviño el crecimiento de la economía española sigue siendo "fuerte y sostenido". No le ha ido a la zaga la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien ha atribuido la mejora de la recaudación en 2022 y que ronda hasta la fecha los 7.000 millones de euros al "fuerte crecimiento" de nuestra economía en 2021, y la inercia generada, y no a que la inflación en el entorno del 9% (esto hace que el Gobierno ingrese mucho más por IRPF e indirectos).

"Es falso que el incremento de los ingresos se deba a la inflación, que solo es responsable de una pequeña parte", decía Montero. Además criticó las expresiones del PP de que el Gobierno "se está forrando" gracias a la inflación, y aseguró que el Ejecutivo está usando los recursos de manera "responsable", sin que suponga un deterioro de las cuentas públicas.

"Empleo e inversión, el motor del crecimiento"

Calviño además decía que "el empleo y la inversión" son y serán los principales motores de la recuperación, y todo pese al impacto de la guerra, la pandemia y el parón del transporte que tuvo lugar en marzo de 2022.

El gasto público, sin duda ha sido importante, pero en materia de empleo el dato de la EPA muestra señales preocupantes de agotamiento, con una destrucción de empleo de 100.000 puestos de trabajo. Además, aun quedan 100.000 personas acogidas a Expedientes de Regulación Temporal de Empleo.

También es significativo que sus previsiones son de frenazo progresivo del crecimiento en España, mientras insiste en que los fundamentales de nuestra economía son muy buenos.

"Si quitamos el consumo y la construcción, todo va bien"

Si tenemos en cuenta que la construcción representa aproximadamente un 12% del PIB y el consumo de los hogares representa algo más del 50% del PIB, se antoja una frase muy parecida a la que pronunciaron Calviño, María Jesús Montero y Pedro Sánchez a cuenta del recibo de la luz y la inflación: "Quitando la inflación estamos pagando lo mismo que en 2018", es decir, algo parecido a decir que si quitamos el paro, tendríamos pleno empleo.

"Todo depende de Putin"

El broche lo ponía Calviño quien resumía en 20 segundos su plan de acción respecto a la economía. Explicaba la vicepresidenta primera que el Gobierno no descarta sorpresas positivas en la economía, pero dice que han preferido ser prudentes:

"La evolución no depende prácticamente de lo que hagamos, sino que depende en gran medida de factores exógenos que están en manos de una persona muy concreta que es Putin".

O dicho de otra manera: si viene alguna sorpresa positiva será "gracias al Gobierno" y si vienen sorpresas negativas y deterioro de indicadores, será "por culpa de Putin".

Lo que de momento nos han dejado claro es que los salarios de funcionarios y las pensiones subirán en función del IPC, lo que supondrá el primer paso para la llegada de los efectos de segunda ronda sobre la inflación. Pero si esto llega a suceder y comenzamos a ver la inflación instalada en tasas de dos dígitos, será, Calviño dixit, "por culpa de Putin".

Cuadro Macro

Por otro lado el Gobierno ha mantenido la previsión de déficit para el año 2022 en el 5% del PIB, en línea con la tasa de referencia recogida en el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022.

De cara a los próximos ejercicios, el Ejecutivo prevé que en 2023 el déficit público bajará al 3,9%, frente al 4% estimado anteriormente; en 2024 se situará en el 3,3%, frente al 3,2% anterior, y caerá al 2,9% en 2025, por lo que para ese año España conseguirá salir del procedimiento déficit excesivo (PDE).

La buena marcha del déficit contrasta con el empeoramiento de las proyecciones del Ejecutivo para el Producto Interior Bruto (PIB) en 2022. Este mismo viernes, el Gobierno ha recortado 2,7 puntos el crecimiento de la economía española en 2022, hasta el 4,3%, en un contexto de elevada incertidumbre ante el impacto de la guerra en Ucrania y la escalada de precios.

Suspensión de las reglas fiscales

Montero, que confía en que la Comisión Europea mantenga en 2023 la suspensión de las reglas fiscales como consecuencia de la guerra en Ucrania y solo realice recomendaciones de tipo "cualitativo", en palabras de Calviño, recordó que los ingresos fiscales crecerán este año un 7,4%, tras repuntar más de un 15% el pasado año, lo que permitirá hacer frente a los mayores gastos derivados de la guerra sin renunciar a reducir el déficit público tal y como estaba previsto.

Esta mejora de los ingresos en 2021, que se arrastra en 2022, es lo que permite tener una "cierta holgura" este año para afrontar los 16.000 millones derivados del paquete anticrisis aprobado ayer por el Congreso, pero manteniendo en el 5% el déficit público. Incluso hay holgura, explicó Montero, para prolongar hasta finales de año la rebaja de la fiscalidad eléctrica, que tendría un coste de unos 12.000 millones.

A pesar de la mejora de los ingresos, la titular de Hacienda quiso dejar claro que la presión fiscal bajará este año, ya que la recaudación crecerá por debajo del PIB nominal, y se situará en el 38,3% del PIB, frente al 39,1% del PIB en 2021. En la misma línea, el gasto público se reducirá al 42% del PIB (el 43% el año pasado) por la retirada de algunas medidas para hacer frente a la pandemia, como el menor coste de los ERTE.

Deuda Pública

En cuanto a la senda de deuda pública, este año se situará en el 115,2% del PIB, en el 112,4% en 2023, en el 110,9% en 2024 y en el 109,7% en 2025. Calviño explicó que la contención del déficit, el crecimiento económico y la rebaja de los intereses de la deuda explican esta mejora.

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