Bruselas ha dado luz verde al plan para poner tope al precio del gas natural en España y Portugal, en línea con la pretensión de ambos países de que la Península sea considerada como isla energética.
Así lo ha confirmado este lunes António Costa, primer ministro portugués. "Hoy mismo por la mañana la Comisión Europea dio luz verde a la propuesta portuguesa y española para evitar la contaminación del precio de la electricidad por la subida gas. Es una medida de gran alcance", ha asegurado el líder luso en Estrasburgo. "Estamos en este momento coordinando con el Gobierno español cómo aprobamos la respectiva legislación, y haremos todo para poder hacerlo ya mañana", confirmó a la cadena portuguesa RTP.
Las declaraciones se sitúan en consonancia con las emitidas esta mañana por la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien confiaba en que "mañana mismo" estuviera cerrada la hoja de ruta para fijar un límite al precio del gas empleado por las centrales térmicas.
Tal y como han advertido diversos expertos y expuesto Libre Mercado, gran parte de la rebaja artificial del gas la acabarán pagando los consumidores pertenecientes al tipo de tarifa de mercado libre, que hasta el momento no había sufrido grandes subidas en su factura eléctrica, mientras que los usuarios de la tarifa regulada saldrán beneficiados.
Además, esta medida supondrá subvencionar de facto el uso de una energía contaminante como es el gas natural, al mismo tiempo que el propio Gobierno persigue la energía nuclear, grava el CO2 o refuerza la fiscalidad ambiental y el ataque al vehículo con motor de combustión.
