Ignacio Ruiz-Jarabo es uno de los más conocidos hacendistas de nuestro país. Técnico Auditor del Estado e Inspector de Hacienda, fue Director General de la Agencia Tributaria y Director de la Escuela de Hacienda Pública. Además, ha sido Presidente de la SEPI, institución desde la cual impulsó la política de privatizaciones diseñada por el segundo gobierno de José María Aznar.
Invitado habitual en los programas de actualidad informativa, Ruiz-Jarabo acaba de publicar "Impuestos o libertad" (Gaveta Ediciones, 2022), un ensayo prologado por la presidenta Isabel Díaz Ayuso en el que denuncia la "hernia fiscal" que sufren los contribuyentes españoles y advierte del modo en que el actual paradigma impositivo está "estrangulando" a empresarios y trabajadores por igual.
Para Ruiz-Jarabo, es fundamental fijarse en el déficit para evaluar si los recursos públicos se están utilizando con inteligencia. En este sentido, se remonta a 1982 para recordar que, desde entonces hasta 1995, el gobierno de Felipe González no solo no redujo el descuadre fiscal, sino que lo aumentó del 5,6% al 6,8% del PIB. En cambio, en los años de Aznar se redujo este desaguisado en casi siete puntos, hasta rozar el superávit en 2004. La herencia recibida no le sirvió de mucho a Rodríguez Zapatero, que disparó el incumplimiento presupuestario hasta el 9,7% del PIB anotado a cierre de 2011. Entre 2012 y 2017, Mariano Rajoy recortó el diferencial negativo, dejándolo en el 3% del PIB, pero el gobierno de Pedro Sánchez ha vuelto a disparar los "números rojos" hasta el 8,5% alcanzado en 2021. De modo que hay una primera lección que se extrae de este ejercicio planteado por Ruiz-Jarabo: cuando gobiernan los socialistas, los recursos se despilfarran y la deuda aumenta, mientras que las etapas de gestión de los populares favorecen la reducción del déficit y el control del endeudamiento.
El gasto público también experimenta vaivenes similares. Como explica el autor, "en los años de Felipe González, la ratio gasto público/PIB aumentó del 35,88 al 44,10%. En el mandato de Aznar, el porcentaje gasto/PIB se redujo del 44,10 al 38,80%. En el gobierno de Zapatero, el porcentaje gasto/PIB subió del 38,88% al 46,20%. En la etapa de Rajoy, el indicador gasto/PIB disminuyó del 46,2% al 41,70%. Y, en el tiempo que lleva Sánchez, el saldo gasto/PIB se ha elevado del 41,7% al 52,40%. Como vemos, se reproduce el comportamiento ya observado en el caso del déficit. Así, el peso relativo del gasto público aumenta durante los gobiernos socialistas y disminuye durante las etapas de los populares".
Un sinfín de reclamaciones y recursos
Todo esto se da, además, en un contexto de creciente incertidumbre fiscal. Si sumamos las reclamaciones y recursos interpuestos por los contribuyentes ante los Tribunal Económico-Administrativos Regionales (TEAR) o el Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC), encontramos que cada año se interponen unas 200.000 quejas e impugnaciones de las decisiones de la Agencia Tributaria. De modo que tenemos una tendencia a más déficit y más gasto cada vez que gobierna la izquierda, lo que a su vez dificulta las rebajas fiscales y el control presupuestario cuando la derecha ocupa el poder, pero además nos enfrentamos con un sistema tributario que genera una litigiosidad a todas luces aberrante, máxime cuando, según los datos que comparte el autor, "el 40,86% de las liquidaciones tributarias y embargos acordados por Hacienda que han sido impugnados y se presumieron legales resultaron posteriormente anulados por el Ministerio de Hacienda. Eso sí: esas anulaciones se dan dos, tres, cuatro o cinco años después, de modo que, aunque se demuestre la ilegalidad, los contribuyentes sufren considerables consecuencias perniciosas. ¡Menuda barbaridad! Pero es una barbarie que los españoles aceptamos sumisamente. ¡No entiendo por qué!".
Por otro lado, Ruiz-Jarabo recalca en el libro que, si se ajustan los datos de presión fiscal a las cifras de cumplimiento tributario, encontramos que, entre la mayoría de españoles que pagan impuestos, las retenciones impositivas tienen el mismo peso que en el resto de Europa. Y, comparando la recaudación con la renta de cada país, el ex Director General de la Agencia Tributaria subraya que España es la economía europea con mayor esfuerzo fiscal, por delante de Francia, Bélgica, Alemania, Suecia, Holanda, Dinamarca o Noruega.