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El ayuntamiento de Cáceres rechaza el litio porque prefiere una estatua gigante de Buda

El consistorio, que cedió los terrenos colindantes a la mina para construir un centro budista, considera ahora que ambos proyectos son incompatibles.

El consistorio, que cedió los terrenos colindantes a la mina para construir un centro budista, considera ahora que ambos proyectos son incompatibles.
Estatua de Buda en Corea. | Pixabay/CC/Vitamin

El Ayuntamiento de Cáceres no quiere saber nada del litio que hay en el subsuelo de El Trasquilón. En su lugar, ha donado un terreno colindante para la construcción de un centro budista, con estatua gigante de Buda incluida. El Ayuntamiento ahora dice que ambos proyectos son incompatibles y prefiere apostar por lo que considera un "polo de atracción de inversiones y turismo" y no por la extracción del valioso oro blanco tecnológico.

El proyecto minero de Grabat Energy se ubica en la zona denominada El Trasquilón, a cuatro kilómetros de la ciudad. La empresa ha solicitado un permiso de investigación minera para litio, estaño, wolframio y tántalo en un área de 441 hectáreas ubicadas entre las carreteras de Mérida y Miajadas.

Ya en el año 2018, el ayuntamiento de Cáceres gobernado entonces por el PP anunció que presentaría alegaciones si el proyecto atravesaba Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA). La Plataforma Salvemos La Montaña de Cáceres también presentó nada menos que 8.534 alegaciones contra el proyecto que el colectivo considera una "amenaza". Aún así, la empresa contestó a todas ellas.

Un año más tarde, ya con Luis Salaya Julián (PSOE) como nuevo alcalde gracias a su campaña del ‘no a la mina’, varios empresarios empezaron a considerar que la construcción de un centro budista en Extremadura podría suponer un gran atractivo turístico y un acicate para las sinergias con Asia.

Todo el proyecto ha estado liderado desde el primer momento por la Fundación Lumbini Garden, cuya misión es "promover y divulgar los principios inspiradores y los valores de paz, fraternidad y armonía que son propios del budismo, como instrumento de intercambio cultural y espiritual para residentes y visitantes de toda condición y creencias".

La mina y el centro budista: "Totalmente incompatible"

Los contactos con la Junta de Extremadura y el Ayuntamiento de Cáceres culminaron con la cesión de un terreno municipal de 107 hectáreas en la finca Arropez, al sureste de la ciudad y muy cerca del litio de El Trasquilón. La zona no es urbanizable porque está ubicada dentro de la ZEPA de Los Llanos de Cáceres. Sin embargo, en este caso, el ayuntamiento no ha tenido ningún problema en "redefinir" el área de protección de los pájaros porque "no se trata de una fábrica o de una mina", en palabras del alcalde.

Con la semilla de la discordia plantada, el pasado mes de enero, el presidente de la Fundación Lumbini, José Manuel Vilanova, aseguró que la posibilidad de que la mina del Trasquilón y el centro budista lleguen a coincidir la una junto al otro era una "aberración". El Ayuntamiento de Cáceres respaldó esa misma postura y se decantó claramente por el proyecto turístico.

El portavoz del gobierno municipal de Cáceres, Andrés Licerán, aseguró en declaraciones recogidas por HOY que el proyecto del Trasquilón para extraer litio es "totalmente incompatible" con el complejo budista. También añadió que el complejo budista "es una pata importantísima en el futuro de la ciudad porque es un polo de atracción de inversiones y turismo" y el consistorio apuesta "por un modelo de ciudad en el que el turismo sea una de las cuestiones más importantes", a pesar que la tasa de paro es del 19,4% según la EPA del último trimestre.

Un Buda de 60 metros de alto

El objetivo del centro es la difusión de la filosofía y prácticas budistas y supone un "símbolo de Paz y de armonía entre culturas de Europa y Asia", según la Fundación Lumbini. Contará con un monasterio con capacidad para 20 monjes residentes y visitantes, centro de meditación, zonas de embajadas, anfiteatro abierto, zona de universidad, templo de Laos, templo de Sri Lanka y templos de Tailandia entre otras instalaciones.

El colofón del proyecto es la estatua gigante de Buda, de 60 metros de alto, lo que la convertiría en una de las más grandes del mundo, según la Fundación Lumbini. La inversión del proyecto está prevista en 400 millones de euros, aunque el proyecto no podrá comenzar hasta que se proceda a la tramitación urbanística de los terrenos y la licencia al Plan Especial.

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