A Yolanda Díaz se le empiezan a morir los contratos indefinidos. Este jueves, los ministerios de Trabajo y Seguridad Social han publicado las cifras de empleo y afiliación del mes de mayo, y no hay más que bucear en las cifras para percatarse de que no es oro todo lo que reluce.
El dato del que más ha presumido Díaz es el aumento récord de los contratos indefinidos. "Hoy el paro no solamente está caminando en otra dirección, sino que la contratación por primera vez es de calidad" ha celebrado eufórica la ministra de Trabajo. Se acabaron "los trabajadores de usar y tirar. Están empezando a desaparecer los trabajadores con contratos que se hacían con fines especulativos" ha continuado su número 2, Joaquín Pérez Rey, con el mismo optimismo exacerbado.
Los ‘fogones’ de Trabajo
Así, de los 1.640.595 contratos que se registraron en mayo, 730.427 fueron contratos indefinidos, un 367% más y la mayor cifra en cualquier mes de toda la serie histórica. Todo un récord que aplaudir... si no escondiera un importante efecto maquillaje.
Y es que, la entrada en vigor de la contrarreforma laboral de Yolanda Díaz ha prohibido el contrato por obra y servicio y ha encarecido los contratos temporales haciendo que muchos de ellos pasen a la modalidad de fijo-discontinuo, lo que supone un beneficio estadístico importante para el Gobierno. Esto permite al Ejecutivo convertir por arte de magia empleos "temporales" en otros considerados "fijos", aunque esta transformación no signifique que esos empleados vayan a estar más tiempo trabajando que antes, como ya explicamos en Libre Mercado.
Contratos fijos que ‘mueren’ en menos de un mes
Analizando las tablas al detalle vemos que el trasvase de contratos que Trabajo negaba hace meses a Libre Mercado es evidente. Del total de contratos fijos suscritos en mayo, 291.308 han sido a tiempo completo, menos de la mitad de los 730.427 contratos indefinidos de los que presume Yolanda Díaz.
El resto, se dividen en 264.524 contratos fijos-discontinuos y 174.595 contratos indefinidos a tiempo parcial, por lo que la estabilidad laboral que celebra Díaz no es real: el 60% de esos indefinidos son precarios. Hay que recordar que cuando no hay actividad el empleado fijo-discontinuo no trabaja.
Pero hay otro dato que también sustenta la teoría de que los empresarios están sustituyendo unos contratos por otros disfrazando la temporalidad que el Gobierno afirma haber eliminado: la mortalidad de la contratación indefinida.
Solo en el mes de mayo, unas 37.000 personas firmaron más de un contrato indefinido en ese mes. Es decir, ese contrato indefinido se firmó para unos días. Es un zombie, está muerto antes de firmarse porque es para pocos días. "Nunca habíamos visto una cifra tan alta. Es el mundo al revés: de los temporales fraudulentos vamos a pasar a los indefinidos fraudulentos, solo que estos no están perseguidos por la Inspección", señala a Libre Mercado el director del servicio de estudios de Randstad, Valentín Bote. Como se observa en la tabla, los 730.427 contratos indefinidos fueron firmados por 692.880 personas.
Esta situación hace que "las empresas se vean obligadas a utilizar contratos indefinidos para actividades temporales, lo que no tiene ningún sentido, porque el empleado trabaja lo mismo, aunque mejora las estadísticas" lamenta Bote.
Eso sí, no todas son malas noticias en un mes tradicionalmente bueno para el empleo como es mayo. En el quinto mes del año, el número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) se redujo en 99.512 personas, lo que situó la cifra total de parados por debajo de los 3 millones por primera vez desde finales de 2008. Por el lado de la Seguridad Social, el mercado laboral ganó una media de 213.643 cotizantes y consolidó los 20 millones de ocupados, barrera psicológica que ya se superó por primera vez en abril.