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El PSOE lanza un plan de ayudas contra el parón agrícola en Ucrania pero excluye al campo español

Sánchez reclama subvenciones para países terceros y excluye a los agricultores españoles, que podrá cultivar tierras que estaban en barbecho.

Sánchez reclama subvenciones para países terceros y excluye a los agricultores españoles, que podrá cultivar tierras que estaban en barbecho.
Pedro Sánchez, durante una reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE, a 6 de junio. | EFE

El PSOE acaba de impulsar un extraño plan alimentario: pide ayudas para evitar el parón de la producción agrícola en Europa por el bloqueo del campo ucraniano tras la invasión de Putin pero, en vez de priorizar el reparto de esas ayudas para el campo español, directamente ni habla de los agricultores nacionales. Es más, pide las subvenciones para otros países y excluye al campo español, que podría producir alimentos para los países más afectados. Para colmo, la medida se impulsa en plena campaña electoral andaluza con el campo de esta comunidad autónoma cansado ya de los ataques del Gobierno socialista comunista.

Extraña estrategia para captar votos la del PSOE. Al menos, en lo que respecta al campo andaluz, que acaba de ver cómo se les relega en un plan de ayudas a la producción alimentaria. El PSOE ha presentado ya formalmente su plan en el Congreso de los Diputados. Y allí recuerda que "la guerra de Ucrania se prolonga durante más de tres meses, desde su inicio en febrero" y que asistimos "diariamente al caos y al desastre que conlleva siempre una guerra. Tras la fase inicial de este conflicto, que ocasionó la destrucción de instalaciones estratégicas para el Gobierno ucranio, a lo largo y ancho del país, los combates y bombardeos sobre las ciudades ucranianas se han trasladado hacia el Este en el Donbass". Y la repercusión de los ataques se ha dejado notar en la producción agrícola de Ucrania.

El PSOE recuerda que "el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo —en adelante, PNUD- indica en un artículo de la Subsecretaria General de la ONU y Directora de la Oficina de Relaciones Externas y Promoción del PNUD, Ulrika Moldeer, que "nueve de cada 10 ucranianos podrían verse empujados hacia la pobreza y la vulnerabilidad económica extrema si la guerra continúa. Esto haría retroceder al país y a la región décadas, y dejaría profundas cicatrices sociales y económicas para las generaciones futuras. Ya hemos tenido que aprender una dura lección sobre lo que ya sabemos; en tiempos de emergencia, siempre son las personas vulnerables quienes se llevan la peor parte".

Los socialistas señalan que el "efecto dominó de la crisis de Ucrania en el precio de la energía y las materias primas está yendo mucho más allá de la zona en conflicto". Y que es probable que "el aumento de los precios, junto con el aumento de la inflación y las presiones de la deuda, fomente la inestabilidad y el malestar". Rusia y Ucrania exportan el 30 % del trigo a nivel mundial. Y "la guerra en Ucrania ahora amenaza con provocar una crisis alimentaria mundial", añade el texto de los socialistas.

Según el Consejo Internacional de Cereales, Ucrania fue en la temporada de 2020/2021 el cuarto mayor exportador de trigo mundial, por detrás de Rusia. Es más, la agencia alimentaria de la ONU informó en marzo que los precios mundiales de los alimentos alcanzaron un récord en febrero, registrando una subida interanual del 20,7%. Y esa tendencia no ha caído.

Y ahí entra el plan del PSOE: "En España, el Gobierno de Pedro Sánchez, está desarrollando y haciendo efectivo el concepto de "Seguridad Alimentaria" como eje que garantice la producción y abastecimiento de este cereal". Desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y conjuntamente con la Unión Europea, "se ha establecido la posibilidad de utilizar tierras que estaban en barbecho para producir trigo, y así ayudar a paliar la falta de este cereal que se está viendo mermado tras la guerra. Durante los próximos años, España podrá emplear aquellas tierras que, por la obligación de la PAC, debían estar en barbecho. De este modo, 2,2 millones de hectáreas de los 21 millones que dispone nuestro país, podrán ser usadas para producir maíz, pero, además, se plantará colza, soja o para producir aceite de girasol". Hasta ahí, lo ya realizado.

El texto describe en ese momento su nueva aportación: las subvenciones. Y lo llamativo es que, pese a haber descrito la predisposición del campo español a cultivar tierras en barbecho, las subvenciones reclamadas no se piden para España: el Grupo Parlamentario Socialista exige al Gobierno "analizar las consecuencias alimentarias como consecuencia de la guerra de Ucrania", pero no para que la producción española cuente con ayuda de la UE. No: "Para el apoyo de España a los países receptores de nuestro país en el ámbito de acción humanitaria y al desarrollo a medio y largo plazo".

Y tampoco para impulsar la producción agrícola española como sustitutiva de la ucraniana. No: para "reforzar la ayuda humanitaria hacia aquellos países receptores de ayuda humanitaria de nuestro país que estén sufriendo las consecuencias alimentarias de la guerra de Ucrania".

En resumen: el plan del PSOE es para que España ayude a otros países, no para relanzar la agricultura española.

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