La obligatoriedad del control horario cumplió tres años en vigor el pasado 12 de mayo. El sistema, ideado por el Gobierno para que las empresas controlaran de manera efectiva el tiempo que sus empleados permanecen en el trabajo para, así, poder abonarles las correspondiente horas extra, ha resultado ser un fracaso.
Concretamente, pese a las inversiones realizadas por muchas empresas en sistema de control horario, los datos muestran que las horas extras no pagadas continúan al mismo nivel (si no superior) que en 2019, cuando el primer gobierno de Pedro Sánchez instauró este mecanismo de control de la jornada laboral.
Si atendemos a los datos de la EPA, en el primer trimestre de 2019 se contabilizaron 2,6 millones horas extra no pagadas por semana, mientras que el primer trimestre de 2022, estas se ubicaron en 2,8 millones horas. Durante dicho periodo, las horas no pagadas han sufrido varios vaivenes al alza y a la baja, pero en ningún caso se observa una tendencia descendente.
Asimismo, en el mismo espacio de tiempo, las horas extra semanales que sí se han abonado a los trabajadores ha pasado desde las 3 millones en el primer trimestre de 2019 hasta las 3,7 millones en el mismo periodo de 2022. Aún así, este ascenso supone una anomalía respecto a la tendencia a la baja registrada en los últimos años, y ni siquiera es especialmente elevada teniendo en cuenta toda la serie histórica.
En 2020, Libre Mercado ya adelantó los primeros signos de que la medida no estaba logrando el efecto esperado. Ahora, los datos acumulados de los últimos años confirman el fracaso del ejecutivo socialista.
Díaz tiene la solución: un algoritmo
Ante la fiasco del control horario, el ministerio de Yolanda Díaz tiene ahora otro plan para tratar de acabar con las horas extras no pagadas: la creación de un algoritmo. Concretamente, se tratará de un programa informático, bautizado como Algoritmo MAX, capaz de detectar y reunir indicios sobre si las empresas no están contabilizando las horas extras que dedican los empleados. Todo ello de manera automática: "Con un clic podremos controlar los fraudes que tenemos", explicó la semana pasada la ministra de Trabajo, sin revelar más detalles sobre el nuevo sistema.
"Esto es absolutamente inaceptable", añadió Yolanda Díaz al respecto de las horas extra no abonadas. "El algoritmo se va a aplicar en la lógica de la tecnología el servicio de la defensa de los trabajados", aseguró.
En lo que se refiere al funcionamiento del algoritmo, el secretario de Estado de Empleo aclaró que este se basará en un mecanismo de inteligencia artificial y que "la idea es que podamos enviar actas automatizadas a esas empresas involucradas". Respecto a la fecha de implantación, se limitó a señalar que se podrá en marcha "lo antes posible" y que ya se están produciendo algunos ensayos.
Es decir, tal y como sucede en la relación con otras instancias de la Administración, como es la Agencia Tributaria, será el empresario el que, previsiblemente, se verá obligado a demostrar que está cumpliendo la ley, teniendo que responder a requerimientos automáticos que el ministerio de Trabajo le envíe en base a los indicios que encuentre el nuevo algoritmo.