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Las cuatro señales de alarma de los datos del paro de junio

Hay más de medio millón de personas que no trabajan y que están ocultas en las estadísticas del paro.

Hay más de medio millón de personas que no trabajan y que están ocultas en las estadísticas del paro.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, hoy lunes | EFE

Saltan las alarmas en el mercado de trabajo a pesar del optimismo del Gobierno. Pedro Sánchez ha calificado de "formidables" los datos del paro del mes de junio, pero tal y como muestran las cifras que publicaron ayer el Ministerio de Trabajo y el de Seguridad Social, no es oro todo lo que reluce. De hecho, en ambos documentos, se observan algunos síntomas preocupantes.

Una señal nada halagüeña es el frenazo en la caída del desempleo: el paro solo se redujo en 42.409 personas en junio. Tradicionalmente, junio es un mes muy positivo para el empleo por el inicio de la campaña de verano (de los mejores del año). Tanto es así, que las únicas veces que ha aumentado el desempleo desde que arrancó la serie histórica ha sido en 2008, en pleno estallido de la burbuja inmobiliaria, y en 2020, el año de la pandemia.

Con la excepción de junio de 2020, con un repunte de desempleados de 5.107 personas, el último dato de junio es el peor desde 2008, año en el que el paro subió en casi 37.000 desempleados. Como se observa en la siguiente tabla, sistemáticamente, las caídas del paro en los meses de junio de años anteriores son mucho más acusadas. En muchos casos, más del triple y en 2021 hasta el cuádruple de la disminución actual.

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Se ralentiza la afiliación

En segundo lugar, si a estas cifras le sumamos que ha crecido el paro desestacionalizado (la comparativa una vez eliminado el efecto calendario de la temporada turística) vemos que panorama que arroja el mercado laboral no es nada alentador. Así, otra de las señales a tener en cuenta es que en términos desestacionalizados, el paro registrado subió en junio en 3.720 personas.

Eso sí, el dato positivo es que tras el descenso de junio, el volumen total de parados se situó en 2.880.582 desempleados, su menor cifra desde octubre de 2008, y el número total de ocupados medios superó la barrera de los 20,3 millones.

Por el lado de la Seguridad Social, y en tercer lugar, los datos que se conocieron ayer también registraron algunas sombras. Y es que, aunque junio sumó 115.607 afiliados medios a la Seguridad Social, se trata de casi la mitad de los 213.642 cotizantes que sumó mayo, cuando la afiliación crecía un 1% y ahora lo hace un 0,57%. En términos interanuales, el crecimiento de cotizantes también es el menor desde enero.

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Efecto maquillaje de los indefinidos

Por tercer mes consecutivo, uno de los datos de los que que más ha presumido el Gobierno es el aumento de los contratos indefinidos. Así, de los 1.768.988 contratos que se registraron en junio, 783.595 fueron contratos indefinidos, la mayor cifra en cualquier mes de toda la serie histórica. Sin embargo, hay que tener en cuenta varios detalles. Primero, que la cifra total de contratos es un 1,6% menor que la del mismo mes de 2021 y, después, que en lo relativo a la contratación indefinida se esconde un importante efecto maquillaje.

Y es que, la entrada en vigor de la contrarreforma laboral de Yolanda Díaz ha prohibido el contrato por obra y servicio y ha encarecido los contratos temporales haciendo que muchos de ellos pasen a la modalidad de fijo-discontinuo, lo que supone un beneficio estadístico importante para el Gobierno. Esto permite al Ejecutivo convertir por arte de magia empleos "temporales" en otros considerados "fijos", aunque esta transformación no signifique que esos empleados vayan a estar más tiempo trabajando que antes, como ya explicamos en Libre Mercado.

Por tanto, desglosando los datos vemos que, del total de contratos fijos suscritos en junio, 312.824 han sido a tiempo completo, 292.679 eran contratos fijos-discontinuos y 178.092 eran contratos indefinidos a tiempo parcial. Esto significa que, de nuevo, más de la mitad de contratos indefinidos siguen siendo precarios aunque el Gobierno lo disfrace con esta cocina estadística. Además, hay que tener en cuenta que las personas con un contrato fijo-discontinuo no cuentan como parados (son demandantes de empleo no ocupados o DENOS) aunque estén en su casa sin trabajar, lo que adultera sobremanera las cifras de desempleados. En junio los DENOS fueron 221.695 personas y los demandantes de empleo con "disponibilidad limitada" 270.429, por lo que hay más de medio millón de personas que no trabajan y que están ocultas en las estadísticas del paro sumando también los 21.570 trabajadores en ERTE.

Pero hay otro dato que también corrobora la teoría de que los empresarios están sustituyendo unos contratos por otros disfrazando la temporalidad que el Gobierno afirma haber eliminado: la mortalidad de la contratación indefinida.

Solo en el mes de junio, unas 40.703 personas firmaron más de un contrato indefinido en ese mes. Es decir, ese contrato indefinido se firmó para unos días. Es un zombie.

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