Lo peor del socialismo no es que genera ruina económica allí donde se aplica, sino la decadencia moral que extiende. De hecho, el Gobierno de Pedro Sánchez te dice que debes vivir con menos, que empeores tu calidad de vida y que la miseria no está tan mal. Sin embargo, lo mejor del socialismo no es su disfraz azucarado y de sonrisa mustia, lo más fascinante de esta ideología es que pretende arreglar los problemas que causa con más socialismo. Es decir, cree que echando gasolina al fuego se solucionan los problemas.
Esta afirmación se puede corroborar si analizamos la gestión energética que está haciendo el Ejecutivo socialista español. Si comprobamos los datos oficiales a cierre del año 2021, nuestro país importó el 42,83% de todo el gas desde un único territorio: Argelia. Esto significa que este Estado africano era principal proveedor energético de los españoles.
A partir del 24 febrero de 2022, Putin decide invadir Ucrania. La UE no tardó en imponer sanciones financieras a Rusia y el Kremlin respondió restringiendo el abastecimiento de gas a Europa. Aunque esta situación impactaba al viejo continente, España no tenía que sufrir la constricción energética rusa porque nuestro país solo importaba el 5,7% del total del gas que utilizaba.
El autor del libro Innovaciones de la diplomacia económica española no pudo reprimir su sentimiento socialista de intervención constante, también a nivel diplomático. Así, el doctor Pedro Sánchez, desde su gran sabiduría, provocó una grave crisis entre España y Argelia en los primeros meses de 2022. Como consecuencia, el tratado de amistad entre ambos países ha quedado suspendido y el comercio energético está congelado.
Hoy España ha multiplicado por tres las importaciones de gas ruso y ha disparado la importación de gas licuado procedente de EEUU, el más caro que se puede comprar. Como resultado, todas las fuentes energéticas disponibles en España han aumentado su precio. Así, el Gobierno de socialista ha intentado contrarrestar el daño previo causado mediante subvenciones de todo tipo como el "descuento" a la gasolina que luego los ciudadanos pagaremos con más impuestos.
Como bien sabemos, toda subvención conlleva un exceso de demanda del producto o servicio que, si se mantiene la misma oferta, provoca un aumento de precios. Este principio económico básico lo están sufriendo los transportistas de una forma severa. Por ejemplo, un camionero que hace un año llenaba el depósito con mil euros, ahora lo hace por el doble de dinero.
La incapacidad de los socialistas para resolver los problemas que han causado previamente la pretenden arreglar con prohibiciones. De este modo, el Ejecutivo de Sánchez quería que los ciudadanos no utilizaran el aire acondicionado en medio de una ola de calor u obligar a sufrir un apagón a partir de las 10 de la noche. Es decir, los socialistas prefieren que tú vivas en la miseria en vez de aumentar la producción e importación de energía barata. Tal y como evidenció Friedrich Von Hayek, la regulación lleva a una espiral de más regulaciones que acaban en severas prohibiciones y autoritarismo.
Por ello, si España quiere salir adelante debe abandonar la mentalidad socialista y adoptar una mentalidad ganadora que nos permitirá sortear obstáculos, solucionar problemas y crecer como sociedad. De lo contrario, nuestro país sufrirá un corte de digestión fatídico si sigue masticando socialismo.