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José María Rotellar

La pésima evolución del empleo: Sánchez sitúa a España a la cola de la UE

La rigidez introducida con la reforma laboral sólo está cambiando nominalmente el nombre de unos contratos por otros.

La rigidez introducida con la reforma laboral sólo está cambiando nominalmente el nombre de unos contratos por otros.
España tiene la tasa de paro más alta de toda la UE, un 12,2%. | Europa Press

Sánchez, con su política económica, está rezagando a Europa de manera clara. No sólo España no ha recuperado su nivel de PIB en términos reales previo a la pandemia, sino que, por otra parte, se produce una pésima evolución del empleo en España, que confirma que la recuperación en la economía española no sólo no remonta más que el resto de la UE, sino que pierde intensidad.

Eurostat confirma que se destruyó empleo en España en el segundo trimestre de 2022 (el empleo descendió un 1,1% intertrimestral ajustado de estacionalidad, que enmienda completamente los cálculos desestacionalizados de Escrivá que elevaban el empleo en el mismo trimestre).

Así, España es el país que más empleo destruye de toda la UE -sólo otros tres lo destruyen, y mucho menos que España-.

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Fuente: Eurostat

Mientras, en la eurozona el empleo crece un 0,4%, al igual que en la UE; crece un 0,3% en Alemania; crece un 0,4% en Francia; crece un 1,2% en Italia; y crece un 1,6% en Irlanda.

En tasa interanual, crece más el empleo en España -aunque menos que en Irlanda-, pero por mero efecto estadístico, al venir de peores niveles de empleo:

  • Zona euro: 2,7%.
  • UE: 2,4%.
  • Alemania: 1,5%.
  • Francia: 2,6%.
  • Italia: 2,2%.
  • Irlanda: 8,8%.
  • España: 3,7%.
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Fuente: Eurostat

Eso hace que España tenga en julio de 2022 la tasa de paro más alta de toda la UE, un 12,2%, el doble que la UE (6%), casi el doble que la eurozona (6,6%), casi el triple que Irlanda (4,2%), más del cuádruple que Alemania (2,9%), casi 5 puntos más que Francia (7,5%) ó 4,3 puntos más que Italia.

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Fuente: Eurostat

Todo ello, corrobora lo que hace unos días mostraban los datos de paro registrado y afiliación a la Seguridad Social de agosto, donde en diez gráficos veíamos cómo se deterioraba el mercado laboral. La rigidez introducida con la reforma laboral sólo está cambiando nominalmente el nombre de unos contratos por otros, pero no está logrando el incremento de los contratos indefinidos por actividad real, en términos generales, sino sólo por el cambio normativo producido.

Esto, junto a la pérdida de competitividad de la economía española, hacen todavía más frágil al mercado laboral español y profundizan en el problema estructural español de baja productividad, baja competitividad y elevada tasa de paro.

Sánchez cree que podrá sujetar indefinidamente la economía y el empleo basándose en el ingente dinero público con el que trata de anestesiar la economía, pero, desgraciadamente, la inacción de Sánchez a la hora de realizar reformas estructurales, el incremento de impuestos que está estableciendo Sánchez y la inseguridad jurídica que generan sus constantes cambios de opinión y el enfrentamiento en el seno del Gobierno, está deteriorando a la economía española a pasos agigantados y, como consecuencia de ello, también al empleo. Urge un cambio de rumbo en política económica, en el sentido contrario de la que aplica Sánchez.

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