El Gobierno ya tiene en marcha para 2023 los Presupuestos Generales del Estado (PGE) más caros de la historia. El Ejecutivo de Pedro Sánchez no escatimará en gastos en las cuentas públicas del año que viene, que superarán en volumen a los récords de los años anteriores (también bajo su mandato).
Con un techo de gasto que roza la friolera de los 200.000 millones de euros (198.000 millones en concreto), PSOE y Podemos han acordado regar con ingentes cantidades de dinero a multitud de colectivos en el próximo año electoral: pensionistas, funcionarios, parados, padres de niños pequeños, usuarios de Renfe... El Estado asistirá a todo tipo de perfiles de ciudadanos (y futuros votantes) a costa de la deteriorada economía productiva del país.
Para la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, estos Presupuestos ofrecen "seguridad y estabilidad" a las familias y lanzan un "claro mensaje" al exterior sobre lo bien que le va a la economía española. Sin embargo, con España rozando la recesión y sumida en la peor crisis inflacionista y energética de las últimas décadas, no hay más que bucear en las cifras para percatarse de la irresponsabilidad que esconden algunas de las partidas.
Regalo a los pensionistas
Como ya advertimos en Libre Mercado, una bomba de relojería estallaría en las cuentas del Estado si el Gobierno cumplía su promesa de ligar en 2023 la actualización de las pensiones al IPC "sea el que sea". Pues ha sucedido. El Ejecutivo pretende revalorizar las prestaciones de los jubilados nada menos que en torno al 8,5% al año que viene, lo que supone "la mayor partida de la historia para pensiones" celebra el Gobierno.
Así, el Estado gastará el año que viene en los casi 10 millones de pensionistas del país 190.687 millones de euros, un 11,4% más que un año antes, cuando este epígrafe abarcó los 171.140 millones. De estos más de 20.000 millones de gasto extra, unos 12.000 corresponderán a la revalorización de las pensiones (esta cifra surge de actualizar un cálculo de Funcas, que preveía que el coste sería de 10.000 millones para una inflación del 6,8%) y el resto, a la entrada de más pensionistas en el sistema cobrando prestaciones más altas. El agujero de las pensiones se agranda todavía más.
En la siguiente tabla se observa la subida del gasto en pensiones y también aparecen más partidas de gasto. Menos la del desempleo (por el fin de los ERTE), todas suben.
Golpe a los trabajadores: suben cotizaciones
Otra de las medidas de las que ha presumido el Gobierno es que transferirán por primera vez en 13 años una dotación al Fondo de Reserva de las pensiones que está a punto de agotarse (la famosa hucha de las pensiones). El ingreso será de 2.957 millones de euros y procederá del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), por lo que esta aportación no conllevará un incremento del déficit en el sistema, señala Hacienda.
Sin embargo, el Ejecutivo se olvida de recordar que los fondos del MEI proceden de una subida de cotizaciones del 0,6% a los trabajadores que va a activar el Gobierno en 2023 y que durará los próximos diez años con el objetivo de engordar la exigua hucha.
Paga a los funcionarios
A otro colectivo que el Gobierno también ha querido contentar es al de los 2,7 millones de empleados públicos del país, aunque el regalo no ha sido tan generoso como el de los jubilados. Así, Hacienda ha acordado subir el sueldo de los funcionarios un 2,5% en 2023, que podrá llegar hasta el 3,5% en función de variables vinculadas al IPC y al PIB nominal. La fórmula que ha elaborado el Gobierno es que si la suma del IPC Armonizado de 2022 y del IPC Armonizado adelantado de septiembre de 2023 supera el 6%, los salarios públicos subirán un 0,5% más y si el PIB nominal iguala o supera el estimado en el cuadro macroeconómico que acompaña a los Presupuestos Generales del Estado, subirán otro 0,5%.
Además, Sánchez ha dado luz verde a una nueva paga a los funcionarios del 1,5% de su sueldo este próximo mes de diciembre, que se sumará a la subida del 2% de la que ya se han beneficiado los asalariados de las Administraciones Públicas este año.
Al Estado le saldrá más caro endeudarse
Aunque el Gobierno bajará ligeramente la deuda pública (seguirá en el 112,4% del PIB), los gastos financieros van a generar otra tensión en las cuentas del Estado, ya que ascenderán a 31.330 millones de euros debido a la subida de tipos de interés, lo que supone un incremento del 3,7% en el coste del endeudamiento estatal. El déficit se situará en el 3,9% del PIB.
Subida fiscal
La escalada de la inflación en 2023 le seguirá permitiendo hacer caja al Gobierno, que también contempla en los Presupuestos aumentar la recaudación, aunque lo achaca al "crecimiento económico, la creación de empleo y los cambios normativos en materia fiscal presentados la semana pasada basados en el principio de un reparto justo de la crisis y de reclamar una mayor contribución a quienes más tienen".
Así, el nuevo impuesto a las grandes fortunas a partir de un patrimonio neto de 3 millones de euros, el aumento del gravamen de las rentas del capital a partir de 200.000 euros, la subida del Impuesto de Sociedades para las grandes empresas o el impuesto a la banca y a las eléctricas contribuirán a que la recaudación fiscal ascienda a 262.781 millones de euros, lo que supone un incremento del 7,8% respecto al avance de liquidación de 2022. Teniendo en cuenta que el crecimiento que estima el Gobierno para el año que viene es de apenas el 2,1%, conseguir estos números será complicado.
El Gobierno ha calculado que aumentará la recaudación del IRPF un 7% ¿Pero no había reducido el Gobierno este impuesto para ayudar a los que más lo necesitan? se preguntarán. Pues el cálculo del Ejecutivo es que la recaudación aumente hasta los 113.123 millones en el impuesto estrella de Hacienda. El IVA, por su parte, recaudará un 5,9% más, hasta los 86.093 millones, mientras que los impuestos especiales ingresarán un 8,2% más, hasta los 22.287 millones.