El Gobierno aprobó el pasado martes para 2023 los Presupuestos Generales del Estado (PGE) más caros de la historia. El Ejecutivo de Pedro Sánchez no escatimará en gastos en las cuentas públicas del año que viene. Con un techo de gasto que roza los 200.000 millones de euros, PSOE y Podemos regarán con ingentes cantidades de dinero a multitud de colectivos en el próximo año electoral: pensionistas, funcionarios, parados, padres de niños pequeños, usuarios de Renfe... El Estado no dudará en asistir con cargo al contribuyente a todo tipo de perfiles de ciudadanos (y potenciales votantes).
Por el lado de los ingresos, Hacienda también se ha propuesto superar el récord recaudatorio de 2022 y planea lograr en 2023 una importante subida de la recaudación tributaria gracias a los nuevos impuestos que ha aprobado el Gobierno para el año que viene, pero también a los ya existentes.
Por ejemplo, con el nuevo impuesto a las grandes fortunas, el Estado pretende embolsarse unos ingresos extra de 1.500 millones de euros, mientras que con el sablazo a banca y eléctricas, la idea es recaudar 3.500 millones. Los cálculos de Hacienda esperan que los ingresos tributarios se eleven hasta los 262.781 millones de euros, lo que supondría un incremento del 7,7% respecto al avance de liquidación de 2022.
866 euros de media por trabajador
Para conseguir esta suculenta cifra, Hacienda seguirá asfixiando a los contribuyentes con sus impuestos habituales. Así, el IRPF recaudará un 7,7% más (113.123 millones); el IVA, un 5,9% más (86.093 millones) o Sociedades, un 7,7% más (28.519 millones).
Dicho de otra forma, si repartimos los 18.710 millones de euros más con los que quiere llenar el Gobierno sus arcas el año que viene entre los 21,6 millones de declarantes en España estamos ante un aumento de la presión fiscal extra de 866 euros de media por trabajador.
Y en los documentos presentados por el Ejecutivo todavía falta por una partida clave en los ingresos del Estado: las cotizaciones sociales. A cierre de 2021, los ingresos por cotizaciones sociales ascendieron hasta los 131.990 millones de euros, mientras que hasta el pasado mes de agosto -último dato disponible- este impuesto al trabajo proporcionó al Estado unos ingresos históricos de 92.665 millones de euros.
Suponiendo que en 2023 las cotizaciones sociales mantengan la tendencia y rocen los 140.000 millones de euros (que pueden ser más) y si le sumamos esa cifra a los 262.781 millones de euros de recaudación tributaria total que prevé Sánchez, el Gobierno podría alcanzar los 400.000 millones en ingresos con la tributación en 2023 a la economía productiva.
Eso sí, aunque el afán recaudador del Gobierno no tiene límites, es poco creíble que vaya a cumplir sus propósitos si no es gracias a la inflación. Y es que, teniendo en cuenta que el crecimiento que estima el Gobierno para el año que viene es de apenas el 2,1% y que el Banco de España ya ha tumbado hasta esta nefasta cifra saquear de esta manera a la economía será complicado.
