La inflación galopante que sufre España está comprometiendo la capacidad de pago de las familias españolas. Desde hace meses la preocupación por las hipotecas se ha disparado, así como por el precio de los consumos energéticos o la cesta de la compra.
Ahora los alquileres también empiezan a estar comprometidos. Según destaca el estudio realizado por una importante firma del sector, Alquiler Seguro, los impagos de los alquileres ya se han disparado un 5,2% entre junio de 2021 y junio de 2022.
El ratio de solvencia de las familias disminuye con cada punto que suben los precios de los combustibles o la cesta de la compra y esto tensiona los alquileres. En el último año se ha incrementado un 55% el número de arrendamientos que se ven obligados a pagar la renta de su alquiler fuera de plazo.
Otros estudios hablan ya de que más del 60% de los compradores de vivienda se han visto perjudicados por la subida de los precios de las hipotecas, y esto ahora, dicen los expertos, puede trasladarse a la compraventa de vivienda.
En el caso del estudio de Alquiler Seguro el estudio sobre morosidad también cuantifica la cantidad media adeudada por la falta de pago de la renta. Entre junio de 2021 y el mismo mes de 2022, los inquilinos dejaron a deber a sus arrendadores 6.874 euros de media, lo que supone una cantidad de un 7,9% por encima de la deuda contraída el año anterior.
Y la conclusión del estudio es que una vez transcurrido un año con la tasa de inflación disparada las previsiones indican el inicio de una moderación en los precios, debido al impacto de las políticas monetarias restrictivas del BCE y el riesgo de recesión global.
El problema, para Alquiler Seguro es que la capacidad de pago de los ciudadanos ha quedado gravemente comprometida, por lo que pronostican importantes dificultades de los inquilinos para pagar las rentas de sus alquileres, que no disminuirán en los próximos meses.
En cuanto al mercado hipotecario la situación no es mejor. La firma de asesoría Álvarez & Marshal ya ha pronosticado que las entidades financieras tendrán que provisionar 3.000 millones de euros más para hacer frente a la escalada de la morosidad por el deterioro de la economía. Fundamentalmente, por la pérdida brutal de poder adquisitivo de los hipotecados.
Fuentes financieras han reconocido a Libre Mercado que, pese a que han tratado de tener bien estimado el riesgo de cada operación hipotecaria que tienen en balance, el deterioro de las cuentas de resultados de las familias españolas es tan rápido que tendrán que hacer frente a una escalada de la morosidad con la que no se contaba.