Ahora que Pedro Sánchez encara el último año de la legislatura, vale la pena echar la vista atrás y estudiar qué impacto ha tenido su presidencia sobre el crecimiento, los impuestos y el gasto. Ese es precisamente el ejercicio que ha hecho Ángel de la Fuente en el último informe publicado por Fedea y referido al panorama económico que enfrenta España tras la presentación del proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2023. Y lo cierto es que sus conclusiones son demoledoras.
Si tomamos en cuenta la evolución del PIB real entre 2018 y 2023, podemos ver que la Era Sánchez se habrá saldado con un magro aumento de apenas el 1%. Dicho de otro modo, el crecimiento bajo el gobierno de coalición entre socialistas y comunistas ha sido tan bajo que apenas alcanza una tasa media del 0,16% anual. España lidia, por tanto, con una economía absolutamente estancada.
En el mismo periodo, los ingresos públicos medidos en términos nominales han crecido con mucha más fuerza. De hecho, los caudales públicos se han incrementado en más de un 15%. Semejante escalada no ha sido suficiente para cerrar la brecha fiscal, que de hecho se ha incrementado, puesto que el gasto habrá aumentado un 18% entre los años 2018 y 2023.
Como explica Ángel de la Fuente, "esto significa que el incremento previsto en el gasto real ha sido 6,6 mayor que el del PIB real, mientras que el tipo marginal de gravamen sobre el incremento de la renta real fue superior al 500%. Como resultado, el peso del gasto público en el PIB aumentó en casi 6 puntos y el de los ingresos públicos se ha incrementado en más de 4 puntos. También ha aumentado el déficit esperado de la Administración central, que sube en torno a 1,25 puntos de PIB, hasta acercarse al 4%".
"Las cifras son ciertamente llamativas y apuntan a un patrón claramente insostenible en el tiempo", señala el documento de Fedea. Si bien el periodo analizado ha estado marcado por la pandemia del covid-19 y la guerra en Ucrania, Ángel de la Fuente insiste en que "es necesario que el gasto y la presión fiscal vuelvan a valores más razonables y adoptar una política fiscal más prudente, que ponga mayor énfasis en la contención del crecimiento del gasto y la reducción del déficit, para asegurar la sostenibilidad de nuestras cuentas públicas".
El falso discurso del ‘sanchismo’
Como explicó este diario, "en el año 2018, coincidiendo con la moción de censura que llevó a Sánchez a la Moncloa, los caudales públicos obtenidos por Hacienda alcanzaron la cifra de 208.685 millones de euros (…). Este 2022, la actualización del cuadro macroeconómico publicada en octubre por el gobierno de España apunta que la recaudación se situará en 244.072 millones de euros. En comparación con el año anterior a la moción de censura que hizo presidente a Sánchez, la subida de los recursos a disposición de las Administraciones Públicas ha sido de 50.121 millones de euros".
Conviene recordar que, tras su llegada al poder, Sánchez afirmó que necesitaba lograr un aumento recaudatorio de 40.000 millones "para consolidar un Estado de Bienestar de primera". Pues bien, la subida de los ingresos ha sido de 50.000 millones entre 2018 y 2022 y será aún mayor cuando concluya la legislatura, en 2023. Pese a ese fortísimo aumento, o precisamente como resultado del mismo, se ha producido una caída del crecimiento y, como es evidente, el Estado de Bienestar no solo no está funcionando mejor, sino que evoluciona a peor.
Y, no lo olvidemos, los presupuestos del gobierno apenas dedican 1 de cada 10 euros a sanidad y educación, cuestiones que realmente dependen de las comunidades autónomas, de modo que su discurso hace aguas por todas partes.