Los planes europeos para acabar con las emisiones, que incluyen medidas como la prohibición de los coches de gasolina y diésel para 2035, harán que cada vez se hable más del hidrógeno como alternativa a los combustibles fósiles en múltiples procesos.
Aunque se trata de un gas incoloro, el hidrógeno que acapara más titulares estos días es el hidrógeno "verde", una etiqueta ecologista que alude a su origen: aunque es uno de los elementos más comunes en la Tierra, no suele aparecer de forma aislada y es necesario aplicar una fuente de energía para obtenerlo.
El hidrógeno verde, en el que la UE tiene puestas sus esperanzas de "descarbonización", es el obtenido a partir de energías renovables (solar o fotovoltaica) mediante un proceso de electrólisis a partir de agua, aunque hay otros hidrógenos también considerados verdes, como el que se obtiene de la biomasa. Todos ellos tendrían en común que no conllevarían la generación de emisiones lo que los ha convertido en protagonistas de múltiples proyectos estatales y privados.
Hay, sin embargo, más hidrógenos "de colores"; la industria energética ha hecho una clasificación mucho más amplia para etiquetarlo en función de su origen:
- Hidrógeno gris: emplea combustibles fósiles para su producción (generalmente alude al producido mediante gas natural o metano) y por tanto conlleva la emisión de CO2 a la atmósfera. Es el más empleado hoy por hoy en España en una proporción del 99%. Se usa fundamentalmente en refinerías (un 70% de las 500.000 toneladas al año que se consumen) y en fábricas químicas (25%).
- Hidrógeno negro: emplea carbón para la producción de hidrógeno y conlleva importantes emisiones a la atmósfera.
- Hidrógeno marrón: emplea lignito para la obtención del hidrógeno y por tanto también es contaminante.
- Hidrógeno azul: se obtiene, como el gris, a partir de gas natural pero se introducen técnicas durante el procesado para disminuir las emisiones, como la captura y almacenamiento de carbono. Según el Ministerio de Transición Ecológica, estas tecnologías permitirían reducir hasta en un 95% las emisiones de CO2.
- Hidrógeno rosa: si las esperanzas de Sánchez están puestas en el hidrógeno verde, las de Macron están en el hidrógeno rosa. Como el verde, no conlleva emisiones puesto que la fuente de energía para obtenerla es la nuclear. Francia quiere utilizar su parque nuclear en la producción de esta fuente de energía y está buscando que este tipo de hidrógeno sea considerado tan verde como el obtenido a partir de energías renovables. Dentro de esta categoría existen subtipos con distintos colores (rojo, púrpura) que aluden a la energía nuclear combinada con distintos procesos termoquímicos.
- Hidrógeno turquesa: es el obtenido a partir de pirólisis de metano, un proceso aún en fase experimental que genera hidrógeno y carbono en estado sólido lo que permitiría su almacenamiento u otros usos.
- Hidrógeno blanco: aquel que se encuentra aislado de forma natural en bolsas subterráneas.