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Hablan los jóvenes beneficiarios del bono cultural: "Por 400 euros no voy a votar al PSOE"

Coinciden en que los trámites para solicitarlo son enrevesados y que trata de "comprarnos el voto".

Coinciden en que los trámites para solicitarlo son enrevesados y que trata de "comprarnos el voto".
Muchos jóvenes venden los productos obtenidos con el bono cultural del Gobierno

Hace unos días supimos que numerosos jóvenes estaban utilizando plataformas de segunda mano con el objetivo de vender los productos obtenidos con el bono cultural del Gobierno. Tal fue el revuelo que muchos de esos anuncios fueron eliminados o modificados para tratar de ocultar la forma en que se habían obtenido esos videojuegos, series o comics: con el dinero del contribuyente.

En Libre Mercado hemos querido preguntarle a varios beneficiarios sobre sus impresiones acerca de esta ayuda. Todos los testimonios coinciden en que es un intento de compra de votos descarado.

Álvaro es tajante. "La idea de darnos dinero a los jóvenes es claramente para comprarnos el voto. No aceptarlo es absurdo pero yo voy a destinar los 100 euros reservados a videojuegos para donarlos a Juegaterapia. Hay gente que lo necesita más que nosotros".

"Es una forma de captar votos para las elecciones" opina Hugo, otro beneficiario. "Lo han hecho a prisa y sin la premeditación suficiente para darse cuenta que hay gente que se va a saltar las normas". Pablo nos cuenta que "hay parte del dinero que no voy a utilizar. Yo no juego a videojuegos. Por eso se entiende que haya gente que, al no usar esa parte, pretenda sacarla revendiendo los productos en Wallapop". De esta forma vemos como la propia composición del bono puede llegar a fomentar la venta de segunda mano de aquellos elementos de la ayuda que no vayan a ser utilizados por no ser de interés para el beneficiario.

María lo tiene claro. "Compraré libros, algunos se los daré a mi hermano que no tuvo la ‘suerte’ de cumplir los 18 años en un gobierno del PSOE. Pero eso no significa que los vaya a votar. Yo ya tengo claro mi voto y 400 euros no me van a hacer cambiar de idea".

Otra de las características de este bono es que relativiza lo que es la cultura confundiéndola con ocio. "Yo lo voy a gastar en conciertos y Netflix. Eso no me parece culturizarse. Si fuese destinado para ir al teatro, escuchar opera, comprar libros... Si no me lo hubiesen dado lo hubiese pagado yo mismo" reconoce Pablo.

Critican que no incluyan los toros

"Un bono cultural es una oportunidad para fomentar la cultura. Sin embargo se ha implementado de una forma un poco precaria, al intentar comprar determinados productos salen errores. No dejan utilizarlo ni para fútbol ni para toros. Yo no suelo ir pero al final los toros son también cultura de España" comenta Hugo.

Pablo coincide con el anterior testimonio. "Los toros deberían de estar permitidos, son cultura". Y María opina lo mismo. "Nunca he ido a los toros y siempre he tenido curiosidad. Esto podría haber sido una oportunidad. No entiendo por qué incluyen los videojuegos y no algo que es tradición en nuestro país".

Excesiva burocracia

Todos los jóvenes consultados coinciden en las enormes trabas y dificultades que el Gobierno ha puesto a la solicitud del bono. "El trámite es infinito. Son cinco o seis barreras que tienes que pasar. Cuando las terminas tienes que mandar una solicitud que tienen que aprobar. Cuando la aprueben luego tardan 20 días en mandar la tarjeta virtual..." cuenta Hugo.

Lo mismo opina Pablo. "Los procesos son muy complicados. Lo intenté hacer con el DNI-e y fue imposible". Y Álvaro va en la misma línea. "Nos pedían el certificado digital pero ninguno de nosotros lo tenía. Al final del plazo dieron la opción de conseguirlo a través de Correos. Es una forma de reconocer que se habían equivocado".

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