El Gobierno francés quiere desincentivar los desplazamientos en coche y, a pesar de que su primer plan nacional de 2019 para premiar el uso del coche compartido no salió todo lo bien que esperaba, el gabinete de Emmanuel Macron vuelve a la carga con un segundo plan "reforzado" dotado en esta ocasión con 150 millones de euros del erario público.
Una de las medidas estrella es que el gobierno francés dará una prima de 100 euros a los conductores que se den de alta en las plataformas para el uso compartido del automóvil, según ha anunciado este martes. La ayuda económica "se pagará en dos plazos": 25 euros tras el primer viaje y los 75 euros restantes si se acreditan nueve viajes más en los tres meses siguientes, según detalló el ministro de Transportes, Clément Beaune. Además, se ofrece un segundo bono, también de 100 euros, para beneficiar a los conductores que compartan su vehículo en al menos tres viajes largos.
Actualmente, hay una media de 1,1 pasajeros por automóvil en Francia. El objetivo, según la ministra de Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher, es que haya 1,8 pasajeros por vehículo para el año 2030. Para ello, se destinarán 50 millones de euros en primas para fomentar el carsharing.
Además, el Gobierno galo prevé una dotación de 50 millones de euros para ayudar a las regiones que apoyen el coche compartido a través también de incentivos económicos. Si por ejemplo, una región decide abonar 10 céntimos por kilómetro a cada pasajero, el Estado se compromete a pagar la mitad de ese importe.
Por último, el plan dedica otros 50 millones de euros para fomentar la construcción de infraestructuras que fomenten el coche compartido como por ejemplo áreas de carpooling, que son lugares señalizados donde los pasajeros pueden esperar a un conductor o practicar autoestop. También se quiere favorecer la construcción de carriles Bus Vao en autopistas y autovías para el transporte público y vehículos que transporten al menos tres personas.