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El mayor casero de España, Blackstone, acelera la venta de vivienda ante la incertidumbre jurídica

Ha pasado de comprar ladrillo para alquilarlo, a ir vendiendo estos inmuebles en el mercado para ir aminorando su cartera de propiedades.

Ha pasado de comprar ladrillo para alquilarlo, a ir vendiendo estos inmuebles en el mercado para ir aminorando su cartera de propiedades.
Madrid | Pixabay/CC/NakNakNak

Blackstone es el mayor casero de España con aproximadamente unas 40.000 viviendas en propiedad que compró cuando estas se encontraban embargadas por la banca a sus propietarios minoristas, en la mayoría de los casos. A través de sus sociedades como Anticipa, Aliseda, Testa y Albirana ha ido gestionando estas viviendas para ponerlas en el mercado del alquiler. Sin embargo, la estrategia del fondo estadounidense dio un giro de 180 grados a principios de 2021 y está maniobra se está haciendo notar. De hecho, ha pasado de comprar ladrillo para alquilarlo, a ir vendiendo estos inmuebles en el mercado para ir aminorando su cartera de propiedades.

Concretamente, solo entre enero del 2021 y junio del 2022, la socimi Albirana se ha desprendido de unas 1.500 viviendas. Pero no solo esta socimi ha hecho desinversiones, sino que también lo ha hecho Testa, otra de las que conforman el gran grupo inmobiliario de Blackstone. En este caso, a finales del año pasado vendió 740 viviendas a la compañía francesa AXA. Al mismo tiempo que ha abierto un proceso de venta de viviendas a particulares por el que ha sacado unas 900 casas al mercado de la compraventa.

Por el momento, Blackstone no ha confirmado sus planes ni sus objetivos de cuántas más viviendas quiere vender de todas las que posee en nuestro país, pero la estrategia que inició hace ya dos años parece que es la línea a seguir y todo apunta a que, en los próximos meses, seguirá vendiendo decenas de propiedades.

¿Por qué?

El motivo detrás de este cambio de rumbo se encuentra en la inseguridad jurídica que el Gobierno del PSOE y Podemos ha establecido en el mercado de la vivienda. Con la nueva Ley de Vivienda y con esas medidas para controlar los precios del mercado del alquiler, los grandes propietarios se han visto seriamente perjudicados.

De hecho, ya en 2019 sufrieron el primer golpe cuando el Ejecutivo decidió ampliar la duración de los contratos de alquiler de tres a siete años en el caso de que los propietarios fueran personas jurídicas, como es este caso. Esta y otra serie de medidas, como ese control de precios, las penalizaciones impositivas por tener viviendas vacías y otra serie de normativas nuevas ha hecho que el mayor propietario de España avance para reducir sus posesiones.

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