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La trampa del nuevo INE para camuflar el parón de la economía: omite los datos de diciembre y aún así exhibe un 0,2%

El Instituto Nacional de Estadística maquilla los datos del PIB para evitar que se hable del término recesión.

El Instituto Nacional de Estadística maquilla los datos del PIB para evitar que se hable del término recesión.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), junto a la vicepresidenta primera ministra de Economía, Nadia Calviño (d), en el Congreso de los Diputados en Madrid | EFE

En junio del pasado año, Pedro Sánchez consiguió cambiar la cúpula del Instituto Nacional de Estadística tras la salida del anterior presidente del Instituto, Juan Rodríguez Poo. Y los cambios han surtido efecto. Cuando se acercan las elecciones municipales y autonómicas, la población siente una fuerte pérdida de poder adquisitivo, observa unos precios desbocados y sufre un total de 54 subidas de impuestos, el INE asegura que el dato del PIB trimestral, pese a ello, no ha entrado en fase negativa, aunque por lo pelos: un +0,2%.

Pero es que hasta esos pelos tienen típex, uno gigantesco que el propio INE reconoce en una nota explicativa que acompaña a la habitual entrega del dato trimestral de PIB. Una nota en la que el organismo asegura que, prácticamente a cierre de enero, no ha podido disponer de los datos de diciembre, porque, según el Instituto, "el volumen de información adelantada del que se ha dispuesto en este avance ha sido menor que en ocasiones anteriores. Este hecho, unido a la dificultad inherente a la medición estadística de cambios de coyuntura de esta magnitud, hace prever que las futuras revisiones de los resultados hoy publicados puedan ser de una magnitud mayor que la habitual".

El "pasemos el marrón hacia delante", por decirlo en términos coloquiales, resulta cuando menos surrealista. Porque tiene todo el aspecto de servir para edulcorar un dato muy malo pero, eso sí, evitar tener que introducir el signo "-" por delante. El signo del inicio del cómputo de los dos trimestres necesarios para bautizar al ritmo económico con el término recesión.

Aún así, y con el tippex incorporado, "el PIB español registra una variación del 0,2% en el cuarto trimestre de 2022 respecto al trimestre anterior en términos de volumen". Y "la variación interanual del PIB se sitúa en el 2,7%, frente al 4,8% del trimestre precedente". Para colmo, "en el conjunto del año 2022, el PIB a precios corrientes –sin descontar la inflación– se sitúa en 1.328.922 millones de euros, un 10,1% superior al de 2021", pero "en términos de volumen, el PIB registra un aumento del 5,5%", inferior claramente al dato de inflación medió del pasado año, que quedó en el 8,4%. Y es que la expresión precios corrientes recoge los precios medidos por su valor nominal, sin contar –como sí hace la medición en precios constantes– con la inflación.

El típex del INE

Pero en medio de todo eso, el INE ha incorporado una nota que delata la brutal precariedad del dato expuesto. Y, con ello, dispara el olor a presentación edulcorada de un dato muy malo.

La nota señala que "los efectos económicos de la pandemia COVID-19 se han puesto de manifiesto en los agregados de la Contabilidad Nacional de España desde el primer trimestre de 2020. Su impacto sobre la actividad económica y el empleo plantea, desde entonces, un desafío en la medición de la coyuntura sin precedentes". Según esa misma nota, "a estos efectos se han añadido, desde marzo de 2022, los provocados por la crisis internacional derivada de la invasión rusa de Ucrania, con distorsiones muy significativas y de diversa naturaleza en diversos ámbitos (sobre los mercados energéticos, el comercio internacional, la evolución de los precios, los flujos migratorios, etc.)".

Por todo ello, el propio Instituto asegura que "este avance de resultados está elaborado con la información actualmente disponible sobre la evolución económica del mismo. La mayoría de los indicadores estadísticos coyunturales ofrecen a día de hoy resultados hasta el segundo mes del trimestre (noviembre)". Y que, "como ya ocurriera en el avance de resultados de anteriores trimestres, el INE ha podido añadir en esta ocasión, a la información de base habitualmente empleada, resultados adelantados de algunas fuentes referidos al mes de diciembre, estimaciones de indicadores basados en datos administrativos y otras fuentes adicionales que complementan a las usuales, todo ello en línea con las recomendaciones de Eurostat y otros organismos estadísticos internacionales", aunque "por diversas razones relacionadas con el calendario de disponibilidad de algunas de estas fuentes en el último trimestre del año, el volumen de información adelantada del que se ha dispuesto en este avance ha sido menor que en ocasiones anteriores. Este hecho, unido a la dificultad inherente a la medición estadística de cambios de coyuntura de esta magnitud, hace prever que las futuras revisiones de los resultados hoy publicados puedan ser de una magnitud mayor que la habitual".

Para colmo, el INE añade que "se recuerda también, una vez más, que, en el contexto actual, el análisis de ciertas variables resulta especialmente relevante. En el caso de la medición del empleo, debe prestarse atención no sólo a los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, sino también al resto de variables, como las personas ocupadas, los puestos de trabajo y las horas efectivamente trabajadas. Ha de tenerse en cuenta, por ejemplo, que los puestos de trabajo equivalentes se ven afectados tanto por la variación de las horas trabajadas, como por la de la jornada media de las personas que trabajan a tiempo completo".

Esto se traduce en que el dato de un 0,2 vale para poco en términos reales. Aunque a Sánchez, eso sí, le permite decir que aún esquiva el signo negativo.

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