El pasado mes de enero, el Instituto Nacional de Estadística publicó un primer avance de la contabilidad nacional para el pasado ejercicio 2022. Según dicho organismo, el tamaño de la economía española habría rozado los 1.329.000 millones de euros. Sobre el papel, esto supondría un repunte de casi 126.000 millones en relación con los datos del curso anterior, 2021.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que parte importante de este crecimiento económico se explica por el aumento artificial de la actividad que propicia un gasto público rampante, sostenido a su vez mediante el aumento continuado de la deuda del Estado. Así, si comparamos la deuda existente a cierre de 2021 con las obligaciones reconocidas en noviembre del pasado ejercicio (a falta del dato final de diciembre), encontramos que los pasivos del Reino habrían aumentado en unos 78.300 millones durante el curso 2022. Por tanto, resulta que más del 60% del aumento de la producción en términos nominales se debió a la emisión de deuda pública. De cada 10 euros de expansión de la actividad en 2022, 6 habrían obedecido al repunte del endeudamiento asumido por el Tesoro.
Si echamos la vista atrás y nos fijamos en los datos previos a la pandemia, encontramos que, en 2019, España producía alrededor de 1.245.000 millones de euros. Esto significa que, llegado el año 2023, la producción sigue 84.000 millones por debajo de los niveles alcanzados antes de la propagación del coronavirus. Esta es una situación anómala, que nos sitúa a la cola de Europa y lejos de la recuperación que exhiben nuestros socios comunitarios.
Pero, de nuevo, la comparación 2019/2022 recoger el efecto de la deuda puesto que, como hemos dicho, las cifras de actividad están infladas al alza por la continua emisión de nuevas obligaciones por parte del Tesoro. En este sentido, si comparamos la deuda de 1.223.335 millones de euros que teníamos a cierre de 2019 con las obligaciones de 1.505.538 millones de euros que se registraban en noviembre de 2022 (a falta del dato final de diciembre), podemos entender de forma más evidente la cruda realidad de la economía española. Así, mientras que la producción económica se ha reducido en 84.000 millones, la deuda pública ha aumentado en 282.200 millones.
De manera que, aunque la deuda pública ha subido del 98% al 118% del PIB, el tamaño de la economía no solo no se ha expandido entre 2019 y 2022, sino que el PIB ha experimentado una importante caída durante el periodo analizado.