¡Calviño va a hacer la compra! No sólo eso, ¡hace la compra y busca las ofertas del supermercado! Al menos eso ha dicho sin sonrojarse este miércoles en el Congreso de los Diputados durante la sesión de control al Gobierno. Y lo hacía respondiendo a Carlos Rojas, el diputado popular encargado de interrogar a la vicepresidenta económica por la inflación, ese mal monetario que lleva casi dos años empobreciéndonos a todos los españoles a tasas no vistas desde hace décadas.
Sin embargo, el Gobierno es inasequible al desaliento y continúa manoseando las estadísticas para arrimar el ascua a su sardina. Cuando la inflación subyacente era menor que el IPC, había que fijarse en la subyacente. Ahora que se ha invertido la curva, lo que tenemos que hacer es fijarnos en el IPC. Si siempre ha habido que fijarse en el IPC anualizado (cuando ofrecía avances menores que el IPC intermensual), ahora Calviño se agarra a la diferencia de precios que ofrece el indicador respecto al mes de diciembre (y eso que lo hace comparando magnitudes que emplean criterios y metodologías distintas) para defender que los precios están bajando.
Hoy Calviño en el Congreso se ha permitido el lujo de insistir en que la economía va fenomenal y, en concreto, "el problema más grave desde el punto de vista económico el año pasado" está dejándose domar por las medidas del Gobierno.
¿Y por qué dice Calviño que las acciones del Gobierno están funcionando? Porque, según dice, ella va al supermercado, busca las ofertas y los precios han bajado en los productos en los que el Gobierno ha bajado el IVA. "La compra de mi casa ya refleja esa bajada de los precios. Es cierto que, como todos los españoles, yo busco las ofertas y compro la fruta de temporada y he visto que en aquellos productos en los que ha bajado el IVA, han bajado los precios. Y esa es la información que nos transmiten también los grupos de distribución", ha subrayado Calviño.
Los datos que Calviño no quiere ver
"La inflación bajó cinco puntos en cinco meses. De hecho, el dato adelantado de enero lo que indica es una bajada del índice de precios al consumo y también de la inflación subyacente", señalaba Calviño. Pero Calviño es tramposa en su explicación. ¿Por qué? Porque según los datos adelantados, tanto el IPC como la subyacente siguen en tendencia alcista, siendo esta última, la inflación subyacente, especialmente preocupante, ya que avanza una tendencia alcista estructural de los precios en nuestro país.
Además, una cosa es que la inflación suba o baje y otra distinta que los precios bajen. Es decir, que haya más o menos inflación quiere decir que los precios suben a mayor o menor intensidad, pero siempre de manera alcista. Si los precios bajan, el efecto, es "deflación" y estamos lejísimos de esta posibilidad.
Por último, llama la atención que el ejemplo que ponga Calviño sea el de los supermercados y precisamente, según los datos consolidados del IPC de diciembre reflejan unos precios de la cesta de la compra en máximos históricos con alzas superiores al 15%.
Más aun, si hacemos un "análisis de servilleta", sencillo de dos o tres ticket de la compra del súper de una cesta de productos básicos, vemos que la inflación real estaría cerca del 24%. Algunos productos como el azúcar, ya sufre inflación cercana al 50%.
Esto respecto al ratio estadístico, el IPC. Si lo que hacemos es analizar el comportamiento de los precios reales en los dos últimos años, la afirmación de la ministra es, directamente, de risa.