La actualización de las pensiones con el 8,5% de inflación no será plena, ni mucho menos. En primer lugar, los jubilados con complementos de mínimos en sus pensiones están comprobando ya que la subida de la prestación se ha compensado con una rebaja similar del complemento social que cobraban, de forma que 2,17 millones de pensiones se han quedado, total o parcialmente, sin una actualización real con el IPC.
Pero el rejón va por partida doble: al no haber actualizado Pedro Sánchez el IRPF con la inflación, la elevación de las pensiones con el IPC será considerada por Hacienda como un ingreso tributable y pagará IRPF. Y este segundo mordisco supondrá una pérdida sobre lo prometido a los pensionistas de otros 1.000 millones.
El cálculo de este segundo mordisco a la prometida actualización de las pensiones con el IPC es sencillo. El coste de la revalorización de las pensiones al 8,5% ha sido estimado por el propio Gobierno para el conjunto de 2023 en 13.600 millones de euros. Si se suma la subida del 15% de las pensiones no contributivas y de los importes del ingreso mínimo vital la cuantía llega hasta los 14.500 millones. Pero incluso tomando la primera cifra el mordisco a los jubilados es más que notable.
Las pensiones de jubilación contributivas son, a efectos fiscales, similares a un rendimiento del trabajo. Es decir, soportan pago y retención en concepto de IRPF. Los tipos mínimos van desde el 9,5% para importes inferiores a los 12.450 euros anuales hasta el 18,50% para las máximas que llegan hasta los 42.823,34 euros anuales.
La retención media aplicada por Hacienda en los últimos años a las pensiones -teniendo en cuenta cuantías exentas y deducciones- ha quedado entre el 7% y el 8%. Y eso significa que el hecho de haber actualizado las pensiones con la inflación sin haber eximido esa subida del pago del IRPF (eso es la deflactación y eso es lo que no quiere hacer bajo ningún concepto el Gobierno de Pedro Sánchez) supone en la práctica que los 13.600 millones deben pagar ese 7% u 8%. En total, entre 952 millones y 1.088 millones de saqueo fiscal adicional. Y es que, sin haber ganado ningún poder adquisitivo, el Gobierno ha preferido no actualizar el IRPF para que esas compensaciones del IPC en las pensiones tengan que tributar.
Bajada del "complemento de mínimos"
Para colmo, muchos pensionistas, en concreto, los de menores prestaciones por jubilación, están recibiendo en sus casas la constatación de un verdadero timo: Pedro Sánchez anunció que actualizaría las pensiones con ese dato de inflación medio de un 8,5%. Pero olvidó explicar que a los pensionistas con menores ingresos, aquellos que tienen que recurrir a una partida social denominada "complemento de mínimos", se les iba a compensar lo subida con la bajada en ese pago social. Resultado: como ya ha publicado Libertad Digital, por ejemplo, un pensionista que cobraba 678 euros en diciembre de 2022 ha pasado a cobrar un total de 678 euros en enero de 2023, fruto de una generosa subida de cero euros. Porque dependía del complemento de mínimos y se le ha bajado. Y en esa situación de cobro de la partida social de complemento de mínimos hay nada menos que 2,17 millones de pensiones en España.