A pesar de que el Gobierno se niegue a reconocer el alcance real de la okupación en España, lo cierto es que son muchos los indicios que ponen de manifiesto el gran problema ante el que nos encontramos. A los cientos de testimonios de víctimas que narran su particular calvario, se suma la existencia de un auténtico mercado okupa del que dan buena cuenta los numerosos mensajes que cualquiera puede encontrar en páginas de segunda mano o grupos de Facebook.
Desde hace años, es fácil localizar en Internet anuncios en los que alguien se ofrece a facilitar un piso okupa a cambio de un módico precio: "Dúplex del banco con agua y luz. Listo para vivir de okupa", publicitaba hace tiempo un usuario de Manresa en Milanuncios.com, en este caso, por 1.200 euros. En Madrid, el precio puede llegar a los 4.000 euros. Se trata de un pago único en el que, tal y como presumen, se incluyen los suministros, unas veces conectados ilegalmente y otras dados de alta por los propietarios que no pueden darlos de baja ante la posibilidad de incurrir en un delito de coacciones, ni tampoco dejar de pagarlos: "Ni contratos, ni seguros de hogar. Nada. Y lo puedes okupar ya".
El filón de los grupos de Facebook
Con el avance de las redes sociales, los anuncios en portales de segunda mano han dado paso a la interacción en grupos temáticos de Facebook. Ya no es necesario exponerse como antes. En ellos, es muy sencillo encontrar interesados en localizar una casa okupa, a los que escribirles por privado para hacerles llegar la oferta. "Tengo piso para okupar para familia necesitada. Antes de entregar a banco, lo negocio. Sabadell, prácticamente nuevo y con cocina montada, vitro, horno y pocos muebles. Por privado, please", escribe un usuario en el conocido grupo okupas sin techos. "Hay un piso para okupar para quién no tenga vivienda. Hablen al privado", reza otro de los mensajes.
En este grupo, como en tantos otros, las mafias encuentran un auténtico filón, ya que en él escriben personas de toda España. "Hola, vivo en el sur de Tenerife. ¿Alguien tiene algún contacto de pisos para okupar?", pregunta una joven canaria. "Hola, quisiera información. Somos un grupo de 10 personas aquí de Cádiz y queremos okupar vivienda del banco", dice otra.
Mafias con total impunidad
La impunidad con la que estos grupos siguen actuando ante la pasividad del Gobierno no ha hecho sino dar alas a toda una mafia que, sin embargo, las autoridades se niegan a reconocer como tal. "El problema de las mafias lleva años. En mi barrio, al menos desde 2013 -relata a Libre Mercado el presidente de la Plataforma de Afectados por la Ocupación, Ricardo Bravo-. Sin embargo, nunca se han reconocido como tal y, por tanto, no hay resquicios legales para actuar. Simplemente lo consideran una okupación, así que para ellos es mucho más fácil".
El modus operandi de estos grupos es sencillo: "Se dedican a buscar en el Registro los activos de bancos o fondos de inversión y, cuando tienen localizada una vivienda, lo que hacen es ofrecérsela a terceros. Cobran por abrírsela y, una vez que les dejan dentro, la responsabilidad ya es suya". Junto a quienes hacen negocio también en están los que ayudan a otros okupas de forma altruista. "Actualmente estoy en Sabadell, aquí hay bastantes pisos y más si tienes hijos. En Manresa también hay bastantes para abrir. Si quieres me escribes y te ayudo en lo que pueda", responde un hombre ante la petición que una mujer lanza en un grupo de Facebook. "Ella misma si pone en Google ‘pisos de bancos’ de la ciudad donde le interese, le salen un montón", advierte otro.
El manual okupa
Una vez dentro, los okupas lo tienen más fácil de lo que cualquiera pueda pensar, sobre todo si el piso está vacío. "Al ser usurpación, con poner un colchón en una habitación ya se frena el desalojo inmediato", lamenta Ricardo Bravo, que asegura que fueron la propia Policía y la Delegada del Gobierno en Madrid los que le corroboraron que, efectivamente, en ese caso, se abre un procedimiento que puede alargarse durante años.
"Las mafias son conocedoras de esta situación y saben que con meter a un niño dentro o estar en bata en el momento en el que llega la Policía a pedir la documentación ya no les pueden echar, porque hay cierta habitabilidad y hay que dar opción de respuesta al okupa", advierte el presidente de la Plataforma de Afectados por la Ocupación. No en vano, en los foros a los que antes hacíamos alusión, también se encargan de aleccionar a aquellos que van a okupar una vivienda por primera vez.
"Intenta no dejar la casa sola hasta que no te cojan los datos ", aconsejan insistentemente. "Después, ya te puedes ir tranquilo. Ya te llegará carta de juicio e historias de esas. Cuando te venga, intenta recurrir. Ve a la asistenta social, que te haga papel de familia vulnerable. Así, un juez no te echa, aunque te denuncien, hasta que no te den solución habitacional". Por si no está convencido, siempre hay alguien que se pone como ejemplo: "Yo he estado 6 años en una casa (…) Desde la primera visita del agente bancario hasta el lanzamiento pasaron cuatro años. Con esto te digo que sigue viviendo como si fuera tu casa y, hasta que un juez no te diga que tal día a tal hora tienes que salir, tú ni te muevas, que si alguien se atreve a entrar ya está cometiendo delito".
"Tienen tanta impunidad, que esto no va a parar nunca. Es tremendo. Y siempre sacan un rédito económico", lamenta Ricardo Bravo, que asegura que , cuando por fin la Justicia ordena su desalojo, muchos bancos y fondos de inversión acaban pagando miles de euros a los okupas con tal de que, antes de irse, no metan a otra familia y tengan que volver a empezar el procedimiento de cero.
"Compro casa con okupas"
Frente a esta realidad, también hay quienes aspiran a hacer negocio, comprando pisos por debajo de su precio habitual. Solo filtrando por "okupa" en los portales de segunda mano, es fácil encontrar decenas de anuncios de compradores en busca de su particular ganga. "Compramos pisos con okupas dentro", se publicita Desokupa Canarias, una empresa que ya está especializada en estos casos. "Vende y deja de tener problemas con estos delincuentes", dice un particular que ofrece hasta 100.000 euros en Salou.
En cualquier caso, se trata de una operación de riesgo y no aconsejable para quienes realmente necesitan la vivienda para vivir en ella, ya que el desalojo puede alargarse durante años. Ése fue el caso de Leo, la sevillana que ha tardado tres años y medio en recuperar su vivienda en Castilleja de la Cuesta y que hoy, como ella misma reconoce, está totalmente arruinada.
Incapaz de comprar una casa en circunstancias normales, se dejó llevar por la oferta de un banco que le aseguró que los okupas ya tenían fecha de lanzamiento en apenas dos meses. Se trataba de un piso de 50.000 euros situado a apenas 15 minutos en coche del centro de Sevilla, así que quiso confiar en que así sería. La realidad es que no solo ha tardado años en recuperar su casa, sino que, además, durante todo este tiempo ha tenido que hacer frente a dos préstamos personales de 1.000 euros al mes, porque ningún banco le daba una hipoteca para una casa okupada.