Los ganaderos de porcino están en alerta máxima ante la expansión de la peste porcina africana (PPA). Esta enfermedad hemorrágica sin cura ni vacuna afecta a los cerdos y a los jabalís y ya ha supuesto el sacrificio de 1,5 millones de cerdos en toda la UE. Aunque la peste porcina africana todavía no ha llegado a España, ya está presente en Grecia y se han detectado focos en la frontera de Alemania con Francia. En el caso de que se detectase cualquier foco en nuestro país, implicaría el cierre completo de las exportaciones de porcino (vivo y no vivo) a los países no miembros de la Unión Europea.
La enfermedad no afecta a los humanos, pero es contagiosa entre los cerdos y acaba provocando su muerte. Además del sacrificio masivo de piaras, las consecuencias económicas para el sector serían desastrosas tal y como advierte el responsable del sector porcino de COAG, Jaume Bernis: "Si se diera un caso de que hubiera un jabalí positivo a PPA, automáticamente la gran mayoría de exportaciones se cerrarían. Podríamos vender al mercado europeo, pero perderíamos el mercado chino, coreano, japonés, estadounidense… Estos mercados se nos cerrarían, no podríamos vender ningún tipo de carne de cerdo y ahora estamos exportando prácticamente el 60% de la producción a estos países".
La peste porcina africana se introdujo en Rusia desde la región del Cáucaso en el año 2007 y de ahí se expandió a Ucrania, Bielorrusia, Lituania, Letonia, Estonia y Polonia. El goteo de casos continuó, la mayor parte de ellos debido a jabalís infectados. En 2020 Grecia detectó su primer caso en un cerdo doméstico y Alemania también confirmó su primer foco. En apenas dos años, la PPA ha matado ya a 1,5 millones de cerdos en Europa, una cifra que se eleva hasta los 2 millones en todo el mundo, contando cerdos y jabalís.
"Se está jugando a la ruleta rusa con la PPA", denuncia Bernis, que recuerda que "todas las crisis sanitarias importantes que hemos padecido han llegado por carretera y ahora mismo, tenemos el mismo riesgo". Cada mes entran 200.000 lechones en España para el engorde, la mayor parte de ellos de Países Bajos. Por eso, desde COAG, reclaman que tanto el transporte como los animales "tengan una trazabilidad asegurada con el máximo control posible. No podemos bajar la guardia".
Camiones infectados con PPA
Desde COAG también alertan de la importancia de controlar la actividad de los camiones de transporte de ganado. "En España entran terneros en camiones procedentes de países positivos a PPA. Los terneros no llevan la enfermedad, pero el transporte puede estar infectado si la semana anterior trasladó lechones enfermos", afirma Bernis.
"Necesitamos un seguimiento y un control de la actividad de los camiones procedentes de Polonia, República Checa y Rumanía que entran a España con terneros. Si en sus países de origen han trasladado también cerdos, tenemos un factor de riesgo importante. Hay que ejercer un control de vigilancia, no de los terneros, sino de la actividad de estos camiones durante las semanas anteriores a su entrada en España".
No hay mataderos suficientes en caso de foco
El Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación asegura que "la situación epidemiológica actual de la Peste Porcina Africana (PPA) en Europa supone una prioridad para España por la situación de riesgo de difusión de la enfermedad hacia nuestro país que, en caso de entrada, supondría un fuerte impacto negativo en particular por las restricciones comerciales de países terceros a nuestros animales y productos".
Por esta razón, el ministerio que dirige Luis Planas ha implementado programas de vigilancia para tratar de detectar lo antes posible la posible entrada de la enfermedad, pero reconocen que a día de hoy existen varias deficiencias que podrían dificultar la detección temprana y el control rápido de la enfermedad para minimizar su impacto en el sector porcino y cinegético nacional.
Alguno de los aspectos que todavía hay que mejorar son las "deficiencias detectadas en los centros de limpieza y desinfección de vehículos de transporte de ganado por carretera"; el ministerio también reconoce que hay que mejorar la "vigilancia de la peste porcina en cerdos domésticos y sobre todo en jabalíes". El "elevado número de movimientos de animales vivos desde otros estados miembros" sin duda es otro de los factores que aumenta el riesgo de entrada de la enfermedad en nuestro país y, por último, en caso de que se detectase un foco, el ministerio reconoce que no hay mataderos suficientes porque existe una "capacidad de matanza limitada, sobre todo en grandes explotaciones y en zonas de alta densidad animal".
Los jabalís y la importancia del sector cinegético
Además de la vigilancia de la salud de los cerdos en las explotaciones porcinas, el gran desafío en este caso es detectar la enfermedad en los cerdos salvajes, es decir, los jabalís. Y en esta labor, el sector cinegético tiene un papel fundamental. Según los investigadores, la peste porcina africana se ha expandido velozmente por gran parte de Europa debido principalmente a la gran población de jabalíes.
"La población de jabalís ha aumentado un 700% en Europa en los últimos años", alerta Bernis. "Y lo mismo están hoy aquí y mañana a 40 kilómetros. Es un vector preocupante y la principal causa de la trasmisión de la enfermedad en los países. Desde COAG hemos pedido y reiterado que se coloquen jaulas para controlar la población de jabalís y bajar el censo".
Mientras que las enfermedades son más sencillas de detectar en una granja, los animales salvajes infectados siguen deambulando, son difíciles de localizar y sus cadáveres en muchos casos quedan abandonados en el campo sin que nadie lo advierta. De ahí la importancia de la labor de vigilancia de los cazadores y la población asentada en zonas rurales, para que pueden dar la voz de alarma si detectan algún caso de peste porcina africana y avisar lo antes posible al SEPRONA.