Lo nunca visto ha empezado a pasar en el mercado laboral tras la reforma de Yolanda Díaz y sus subidas del salario mínimo interprofesional. Ella aseguró que su reforma iba destinada a acabar con la precariedad de los trabajadores. Pues bien, por primera vez, habrá gente que desee ser temporal en vez de fijo. Y es que la desfiguración de los contratos indefinidos que ha introducido la ministra con la extensión de la modalidad del fijo discontinuo ha provocado que cobren más los trabajadores temporales que los supuestos empleados fijos.
Los datos los ha expuesto el sindicato USO en base a las estadísticas oficiales. Su departamento de análisis señala que el incremento anual de contratos "ha sido de un 3,4%, siendo la modalidad de los fijos discontinuos la que ha tenido un mayor incremento: un 111,2%, treinta y tres veces más que el incremento anual".
Los técnicos del sindicato destacan otro dato sospechoso: "Las personas con un contrato indefinido a tiempo parcial se han incrementado más del doble que aquellas que están con un contrato a jornada completa: los primeros se han incrementado en un 33,5%, mientras los segundos lo han hecho en un 15,9%".
Además, la contratación indefinida a tiempo parcial "sigue siendo realizada mayoritariamente por mujeres: duplican a los hombres en esta modalidad de contratación. Esto conlleva menores ingresos, y al acceder a la jubilación una menor pensión", advierten al Gobierno que se autocalifica como feminista.
Y los expertos laborales de USO se realizan una pregunta: "¿No se estará produciendo un efecto de mejora estadística del empleo?". Porque "tan afiliado a la Seguridad Social es el que trabaja 4 horas a la semana como el que trabaja 40. ¿Esto explicaría por qué este incremento de cotizantes no se traduce en la misma medida en un incremento de las cotizaciones?".
USO da respuesta a estas cuestiones estudiando la "evolución de las bases de cotización en este período".
Para empezar, "las horas trabajadas en el conjunto del año están por debajo de las que se realizaban en 2019 (prepandemia)". Y es que, "si bien recuperamos el número de ocupados, no recuperamos las horas que trabajaban antes: estamos asistiendo al reparto del tiempo de trabajo con un notable incremento de la contratación a tiempo parcial (incluidos los fijos discontinuos). Nos faltan por recuperar más de 9.000 horas semanales, algo más de 468.000 horas anuales de trabajo".
Además, comparando "las bases de cotización medias de septiembre de 2021 y septiembre 2022, último dato disponible", surgen las siguientes conclusiones. Los cotizantes con contrato indefinido a tiempo completo aumentan en un 17,4%, mientras la base de cotización decrece: -0,9%. En el grupo con contrato indefinido a tiempo parcial, que se incrementan un 31,1%, la base de cotización, sin embargo, disminuye: -4,4%. La modalidad de fijos discontinuos a jornada completa se incrementa un 128,8%, pero, de nuevo, su base de cotización baja: -6%. Los fijos discontinuos a tiempo parcial (jornada diaria) aumentan un 141,2%, mientras su base de cotización decrece: -4%. Los cotizantes con contrato temporal a tiempo completo disminuyen (-34,3%), pero su base de cotización se incrementa: + 12%. Y el colectivo con contrato temporal y a tiempo parcial se reduce (-46,8%) pero su base de cotización aumenta: +22,3%.
"Tenemos más gente trabajando con contratos indefinidos, pero con salarios menores. Si a esto añadimos el incremento de la parcialidad, y por tanto menos horas efectivas de trabajo, podemos estar asistiendo a un cambio de la precariedad de la contratación temporal, por la precariedad de la contratación indefinida: más contratos indefinidos, con menos horas de trabajo y menores salarios", concluye USO