El Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de publicar una nueva edición de la Encuesta de Población y Vivienda. Dicha recopilación se elabora una vez cada década y ofrece una foto fija del mercado inmobiliario español. Según el estudio, el 75% de los hogares españoles residen en una vivienda en propiedad, lo que supone un porcentaje muy similar al 79% registrado en 2011.
¿Cómo se descompone el régimen de tenencia de la vivienda principal en España? El 38% de las familias han comprado casas o pisos que ya han pagado por completo, mientras que otro 11% residen en inmuebles que han recibido a través de una herencia o donación. Por otro lado, los hogares con vivienda en propiedad que están terminando de pagar la hipoteca ascienden al 26%. En total, tres de cada cuatro españoles forman parte de los tres grupos anteriores. España sigue siendo, ante todo, un país de propietarios.
En cuanto al mercado del alquiler, la Encuesta de Población y Vivienda revela que el arriendo tiene un peso del 16%. Este porcentaje apenas supera en un 2% las cifras de hace una década. Y es que, por mucho que la izquierda política y mediática siga insistiendo en hablar de esta cuestión en términos alarmistas, los españoles siguen optando abrumadoramente por la vivienda en propiedad y el problema de los precios del alquiler se ciñe, en realidad, a las zonas céntricas de un puñado de grandes ciudades.
La Encuesta de Población y Vivienda también señala que el 3% de los hogares españoles residen en una vivienda que, o bien les ha sido cedida gratuitamente, o bien les ha sido prestada a cambio de un precio simbólico e inferior al que determinaría la mera operativa de oferta y demanda del mercado, circunstancia habitual en supuestos como el arriendo de una vivienda a un familiar o amigo cercano.
Resulta interesante comprobar que el peso del alquiler es mucho mayor en Barcelona (33%) que en Madrid (24%). Los resultados de ambas metrópolis están por encima del promedio nacional (16%), pero el diferencial es mucho más acusado en el caso de la Ciudad Condal, donde el alcance de la propiedad casi duplica los niveles observados en toda España.