A pesar de la fuerte influencia del PSOE sobre los sondeos que elabora el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la última edición del Índice de Confianza del Consumidor que elabora el organismo público que preside José Félix Tezanos no ha podido evitar poner de manifiesto que una de cada dos familias está ya en una situación límite.
La situación general que se deduce del sondeo sería la siguiente:
- El 33,3% de las familias denuncian que su hogar llega justo a final de mes.
- Un 13,1% de los hogares declaran que ni siquiera logra cuadrar sus ingresos con sus gastos, motivo por el cual se ven obligados a echar mano de sus ahorros.
- Otro 5,9% comunica que, ante la imposibilidad de mantenerse a flote, están contrayendo deudas.
Si agregamos estos porcentajes, encontramos que el 52,3% de los encuestados por el Centro de Investigaciones Sociológicas señalan que sus hogares están en una situación económica adversa, puesto que, o bien tienen serias dificultades para seguir adelante, o bien están en números rojos y se ven obligados a consumir su ahorro o contraer deudas.
De igual modo, cuando se le pregunta a los españoles si la situación económica de su hogar es mejor o peor que hace seis meses, resulta evidente que los brotes verdes pregonados por el gobierno no parecen ser más que propaganda, a la luz de la nefasta situación que comunican las familias. Así las cosas:
- Apenas un magro 13,5% afirma que está mejor ahora que hace seis meses.
- El 36,4% declara que no ha experimentado ninguna mejoría durante el último medio año.
- El 49,4% reconoce que su situación económica ha empeorado durante el semestre pasado.
Un abrumador 73,3% denuncia que la principal razón por la cual su situación económica ha empeorado ha sido el aumento continuado de los precios. De igual modo, el 48,3% cree que la facilidad para encontrar empleo ha mejorado durante los seis últimos meses. Y, peor aún, solo el 29,2% considera que la economía estará peor dentro de medio año, frente al 12,1% que opina que seguirá igual y el 52,9% que teme que irá a peor. En definitiva, un sondeo devastador para el gobierno de Sánchez, instalado en un discurso de triunfalismo económico que choca frontalmente con la realidad.