El Ejecutivo de Pedro Sánchez no está consiguiendo los efectos aparentemente deseados con su rebaja del IVA sobre ciertos productos, o al menos en la medida que esta fue anunciada a la ciudadanía. Así ha quedado constatado en un informe hecho público esta semana por Centro de Políticas Económicas de Esade, por el cual se evalúan los efectos de la disminución del IVA durante los meses de enero y febrero.
El estudio comienza reconociendo dos elementos positivos de la medida: por un lado, la rebaja del IVA ha redundado casi en su totalidad en una disminución en el precio de los productos, a diferencia de lo ocurrido en otros países. Concretamente, el 90% de la rebaja impositiva ha llegado a los precios de las grandes superficies. Esto refleja –en contra de lo que se asegura desde sectores del Gobierno y la opinión pública –que los supermercados en España apenas tienen margen para inflar los precios en su favor y que no se están "forrando" con la subida del precio de los alimentos.
Por otro lado, Esade entiende que el impacto redistributivo de la medida ha tenido un efecto progresivo, ya que ha supuesto un ahorro mayor para los hogares de renta baja en proporción a su gasto total. Es decir, como las personas con menos ingresos gastan más porcentaje de estos en productos básicos cuyo IVA ha sido rebajado, se han visto, proporcionalmente, más beneficiados que los ricos.
Pero hasta aquí llega lo positivo de la reforma. Porque el think tank independiente ha constatado que, pese a que la medida tenga un efecto progresivo, este es muy reducido. De esta forma, el ahorro estimado para los hogares con menor renta (primer decil) es de apenas el 0,3% de su gasto anual. Eso sí, para los más ricos (último decil), es aún menor, del 0,13%. O dicho de otra forma, de prorrogarse la rebaja durante todo el año 2023, el 10% más pobre solo se ahorraría 35 euros al año.
Asimismo, el estudio, liderado por los economistas Miguel Almunia, Javier Martínez Santos y Ángel Martínez Jorge, señala que, si tenemos en cuenta el impacto agregado de la rebaja del IVA, no han sido precisamente los pobres los más beneficiados. Concretamente, cinco de cada diez euros que se dejaron de recaudar fueron a parar al 40% de hogares con mayor capacidad económica.
En esencia, esto se debe a que, aunque los más pudientes destinen una menor proporción de su renta en los productos en los que se ha rebajado el IVA, estas familias gastan, en términos totales, más cantidad de dinero en dichos bienes. Esto da lugar a que, si bien, como decíamos, los más pobres solo se ahorrarían 35 euros anuales de extenderse la medida, el 10% con más renta vería rebajada su cesta de la compra en 85 euros anuales, más del doble.
Además, los expertos de Esade indican que el impacto total de la medida apenas ha contribuido a compensar la escalada de precios ocasionada por la inflación. Así, mientras que los precios de los alimentos se elevaron un 16% durante el 2022, la rebaja del IVA supuso una rebaja del 3,5%, y solo en el grupo de alimentos rebajados.
Por último, el centro de políticas económicas plantea una alternativa para mejorar la rebaja del IVA acometida por Pedro Sánchez, calificada como "costosa e ineficiente". A este respecto, proponen sustituir esta por una política más enfocada en transferencias hacia aquellas personas en peor situación económica. Esta opción sería, a juicio de los expertos, más efectiva para distribuir la renta, así como menos costosa desde el punto de vista presupuestario. Y es que hay pocas dudadas de que el agujero de recaudación generado por la rebaja del IVA acabará cubriéndose con otras subidas de impuestos sobre todos los ciudadanos. Una rebaja acometida con una clara intención electoralista, cuando los precios ya comenzaban a moderarse y Hacienda se había asegurado su botín, y que excluye arbitrariamente a ciertos alimentos.