Festín recaudatorio en la Seguridad Social. El ministerio que dirige José Luis Escrivá cerró el año 2022 con una subida de los ingresos por cotizaciones sociales que ha alcanzado los 140.282 millones de euros, un "máximo histórico" que el Gobierno no ha dudado en celebrar. Se trata de un crecimiento del 8,2% respecto al año anterior (casi 4.000 millones de euros más) y una cifra sin precedentes de los impuestos al trabajo que el Ejecutivo achaca únicamente al "buen comportamiento del empleo".
Bien es cierto que la cifra total de afiliados acabó el año 2022 por encima de los 20,3 millones de personas, pero tampoco hay que olvidar que en 2022 empresas y trabajadores han tenido que enfrentarse a una nueva subida de las bases máximas de cotización que el Gobierno prefiere no mencionar. En concreto, el Ejecutivo decidió elevar hasta los 4.139,40 euros mensuales la fiscalidad de los que más ganan (un 1,7%) para aumentar un 9% los ingresos por cotizaciones sociales del Estado hasta los 136.345 millones de euros. Finalmente, la cuantía recaudatoria ha sido superior. "Se supera en casi 4.000 millones de euros (3.937 millones) el importe previsto en los Presupuestos Generales del Estado de 2022" aplaude el Gobierno, que tampoco quiere recordar que en 2022 también introdujeron varias estocadas fiscales a las bases y a los tipos de los autónomos.
Estocadas en las cotizaciones de 2023
Pero a pesar de estos históricos resultados recaudatorios, la voracidad del ministerio que dirige Escrivá no tiene límites. Así, para este año, el Gobierno se ha propuesto superar en 2023 el récord de ingresos por cotizaciones de 2022 y ha planteado en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) unas previsiones que, de cumplirse, van a llenar las arcas del Estado hasta unos niveles sin precedentes a costa del esfuerzo contributivo de trabajadores y empresas. En concreto, la previsión de cotizaciones sociales de Escrivá para este año asciende a 152.075 millones y asegura que van a alcanzar esas cifras "gracias a la mejoría del mercado laboral" exclusivamente.
De nuevo, el Ejecutivo intenta desviar la atención del golpe fiscal que ha entrado en vigor el 1 de enero de este año gracias al Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) y que supone una estocada del 0,6% en las nóminas de todos los trabajadores y autónomos del país. Además, tampoco hay que olvidar que el Gobierno ha subido este año otra vez las bases máximas de cotización un 8,6% hasta los 4.495,4 euros.
Por último, este año también, Escrivá ha dado un giro de 180 grados a las cotizaciones de los autónomos y les obligará a cotizar por sus ingresos reales, lo que supondrá un aumento de la tributación para aquellos trabajadores por cuenta propia que ingresen más de 1.700 euros al mes. Entonces, ¿el aumento de cotizaciones sociales produce por la buena marcha de la economía o por el recrudecimiento de la presión fiscal?
Las cotizaciones seguirán subiendo
De cara a los próximos años, José Luis Escrivá ha aprobado una reforma de las pensiones que contempla varios golpes fiscales a las cotizaciones sociales que se ensañarán con los trabajadores que más ganan, pero que también elevarán la fiscalidad del 100% de los empleados y autónomos. Estamos hablando de más de 20 millones de trabajadores afectados más sus respectivas empresas.
Según los cálculos de la Airef, al final del periodo transitorio de cada medida, Escrivá conseguirá recaudar 0,9 puntos de PIB de impuestos adicionales al trabajo, es decir, unos 12.000 millones. Esos 12.000 millones provendrán del:
- Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI): que consiste en un aumento de las cotizaciones sociales de 1,2 puntos para todos los niveles salariales, supondrá un aumento de la recaudación de 4 décimas de PIB.
- El incremento de las bases máximas de cotización: generará ingresos al sistema por otras 4 décimas de PIB.
- La cuota de solidaridad (cotización de entre 5,5% y el 7% a las rentas que excedan la base máxima de cotización): aumentará los impuestos al trabajo en 1 décima.
Adicionalmente, la AIReF estima que el impacto de la reforma al sistema de cotizaciones del régimen de autónomos tendrá un impacto de 5 décimas de PIB una vez finalice el periodo transitorio. Es decir, el sablazo a los autónomos será de 6.666 millones. A pesar de estos números, el Gobierno no conseguirá equilibrar el sistema de pensiones porque el gasto seguirá aumentando.
Como ha publicado Libre Mercado, el expolio final al trabajador teniendo en cuenta la reforma de Escrivá supondrá que el Estado se quede con alrededor del 50% de lo que generan salarios a partir de 20.000 euros. Eso sí, la mayor proporción del incremento de gravamen recaerá sobre las rentas salariales superiores a 54.000 euros (un 65% del coste la reforma o 7.800 millones de euros de impuestos adicionales). Las rentas que más notarán la estocada a a las cotizaciones respecto a su situación actual serán las de 80.000 euros.
Además, el golpe a las cotizaciones no tendrá tope porque Escrivá contempla subirlas todavía más si la reforma de pensiones se tuerce. Según lo aprobado por el Ejecutivo, desde marzo de 2025, la Airef evaluará cada 3 años el equilibrio de las cuentas. Si España no cumple, subirán impuestos o recortarán pensiones.