Se aproximan las elecciones autonómicas y la mayoría de encuestas pronostican que la Comunidad de Madrid volverá a refrendarse como un bastión de la derecha política, con un holgado triunfo de Isabel Díaz Ayuso. Sin embargo, la candidata de Más Madrid, Mónica García, no se da por vencida y pretende seducir al electorado con una batería de subidas de impuestos... cuyo valor ni siquiera ha podido ser concretado de forma certera.
Para empezar, el programa electoral de Más Madrid contempla la eliminación de la bonificación del 100% en la cuota del Impuesto sobre el Patrimonio. La recuperación del gravamen generaría, según sus cálculos, unos 992 millones de euros de recaudación adicional. Sin embargo, los informes que se han publicado a este respecto advierten de que, por cada 1 euro de recaudación, se destruirían 4 euros de actividad económica, hundiendo en un 2% el PIB regional. Estos cálculos no han sido tomados en cuenta por Más Madrid, que simplemente asume que se puede subir este gravamen sin consecuencias.
El Impuesto de Sucesiones y Donaciones también aumentaría, en este caso con ánimo de golpear la bonificación del 99% que ha venido aplicando la Comunidad de Madrid desde los años de gobierno de Esperanza Aguirre. Por esta vía, Más Madrid ve factible una mejora de ingresos de aproximadamente 900 millones, volcada en las herencias de mayor volumen. Lo que no ha descontado García es que, habida cuenta de las bonificaciones que ofrecen otras regiones, muchos de los contribuyentes afectados podrían trasladarse temporalmente a tales territorios y canalizar de esa forma sus herencias. De nuevo, la valoración del partido comunista impulsado por Íñigo Errejón ignora el comportamiento de los agentes económicos y asume que la subida fiscal dará siempre y en todo caso los resultados que prevén los ideólogos de la extrema izquierda.
Además, García quiere obtener 300 millones eliminando las bonificaciones que ha introducido a lo largo de los años el gobierno del Partido Popular en el IRPF. En este caso, no se especifican cuáles son los cambios introducidos y simplemente se ofrece un dato general de impacto fiscal, de modo que estamos ante una estimación carente de fundamentos sólidos que la justifiquen.
En la misma línea, Más Madrid propone recaudar 230 millones con nuevas figuras impositivas que tendrían la forma de nuevos "impuestos verdes", caso de un gravamen al plástico, otro aplicado sobre los residuos y un tercero centrado en las bebidas carbonatadas. Se rompería el modelo actual, bajo el cual Madrid es la única comunidad sin impuestos propios, y la subida afectaría a empresas y familias.
También se propone un cambio en la "gestión de fondos", con una "mejora en la fiscalización de los presupuestos, para incrementar la eficiencia y la economía del gasto público". Curiosamente, sobre un presupuesto de 25.000 millones, Más Madrid solamente ve posible generar una mejora de eficiencia de 150 millones – el 0,6%. Y todo, no lo olvidemos, con los precedentes conocidos de Mónica García, que aspira a gestionar un presupuesto tan voluminoso tras haber protagonizado numerosos escándalos de despilfarro referidos a su salario público o su consumo privado
Por último, desde Más Madrid se proponen crear la EcoTasa Madrid Verde, una tasa turística que afectaría a las pernoctaciones hoteleras y generaría 75 millones, así como un Impuesto a la Vivienda Vacía y la Especulación Inmobiliaria, valorado en 50 millones, y un repunte del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, por valor de 33 millones.
Si sumamos todas estas cantidades, encontramos que la cuantificación de las medidas sería de 2.730 millones de euros. Sin embargo, la tabla facilitada por Más Madrid enumera que el efecto sería de 2.910 millones, mientras que el texto que acompaña dicho recurso habla de 2.130 millones. Lo pueden ver a continuación (Programa de Más Madrid, Página 365, consultado el 11 de mayo a las 12.45 del mediodía):
La incapacidad de realizar una simple suma, propia de un ejercicio de educación primaria, pone en tela de juicio el rigor del equipo económico de Más Madrid y la capacidad de Mónica García y los suyos de gestionar un presupuesto de 25.000 millones y una economía que supone el 20% del PIB nacional.