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"Bicicletas y coches compartidos": el transporte "inteligente" que Bruselas quiere obligarnos a usar

La UE vende los cambios en la directiva sobre Sistemas Inteligentes de Transporte como "una mayor digitalización de los procesos" en la movilidad.

La UE vende los cambios en la directiva sobre Sistemas Inteligentes de Transporte como "una mayor digitalización de los procesos" en la movilidad.
Todos los esfuerzos van encaminados a un menor uso de los medios privados de transporte. | Alamy

La consigna ecologista ultra está clara: "Transporte sostenible", dice la UE. ¿Y qué significa ese término "sostenible"? Pues, entre otras cosas, un transporte "inteligente" donde entran las "bicicletas y coches compartidos". Por lo visto el coche particular que tienen a su disposición todos los miembros de la Comisión Europea no tiene nada de inteligente. Eso sí, debe ser muy cómodo porque no prescinden de él.

Una comunicación de la UE acaba de destacar el impulso de normas para implantar sistemas de transporte "inteligentes para un transporte más seguro y eficiente".

Ello supone "la revisión de la Directiva sobre Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS)" para poner "a disposición datos de alta calidad y oportunos para servicios como los planificadores de viajes multimodales y los servicios de navegación. Un sistema de transporte más inteligente e interoperable que permitirá una gestión más efectiva del tráfico y la movilidad entre los modos de transporte, lo que permitirá a los usuarios combinar mejor los modos de transporte más sostenibles". El pequeño problema es que, por lo visto, quien decide que es "inteligente" es Bruselas, y no cada usuario.

"La revisión de la Directiva de Sistemas de Transporte Inteligente acordada amplía su alcance para cubrir los servicios emergentes, como la información multimodal, los servicios de reserva y venta de entradas" para, por ejemplo, "aplicaciones para encontrar y reservar viajes que combinan el transporte público" y, atención, "los servicios compartidos de automóviles o bicicletas".

Bruselas no escatima en un discurso que vende este cambio como "una mayor digitalización de los procesos" para "establecer objetivos de cara a la digitalización de la información crucial, como la de los límites de velocidad, las obras viales y los nodos de acceso multimodal, y la prestación de servicios esenciales como la información sobre la seguridad vial". La UE asegura que "los beneficios para los usuarios del transporte incluirán información en tiempo real e infraestructura vial digital e inteligente, así como sistemas inteligentes de asistencia a la velocidad más precisos". Pero no dice nada sobre el hecho de que todos los esfuerzos van encaminados a un menor uso de los medios privados de transporte. Y todo el gasto público se dirige a generar un gran diseño de transporte compartido y público diseñado por la Comisión Europea.

El acuerdo político alcanzado ahora debe ser adoptado formalmente. Una vez que el Parlamento Europeo y el Consejo completen este proceso, las nuevas normas se publicarán en el Diario Oficial de la Unión Europea y entrarán en vigor 20 días después de su publicación. Traducido: el proceso de apoyo a la bici y el coche compartido camina a todo ritmo.

Bruselas explica que, desde 2010, "la Directiva de Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS) ha sido la herramienta de la UE para garantizar el despliegue coordinado de sistemas de movilidad inteligente en toda la UE, basados en las especificaciones y normas europeas". Y que "el Acuerdo Verde Europeo es la estrategia de crecimiento a largo plazo de la UE para hacer que la UE sea climáticamente neutra para 2050". Para alcanzar este objetivo, "la UE se comprometió a reducir sus emisiones en al menos un 55 % para 2030, en comparación con los niveles de 1990. La digitalización es un impulsor indispensable para la modernización de todo el sistema de transporte, lo que lo hace sin problemas y más eficiente", añade.

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