Resulta revelador ver a Nadia Calviño alardear de su gestión de los fondos europeos, mientras intenta infundir miedo sobre el futuro de estos fondos si se produce un cambio de gobierno. Este comportamiento hace imperativo un análisis crítico de su gestión y de sus fracasos. Como responsable del área económica del gobierno y presidenta de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, su manejo de los fondos europeos no supera un análisis mínimo de eficiencia en la gestión y en el gasto público.
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Propaganda en lugar de efectividad. La ejecución está siendo decepcionante, sin agilidad para llegar a la economía real y con escaso impacto en el crecimiento en 2021 y 2022.
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Incapaces de ejecutar. Lo realmente gastado en 2021 fueron 2.400 millones y 5.400 en 2022. Dicho de otra manera, España sólo ha gastado el 10,4% del total de 70.000 millones correspondientes al tramo de ayudas.
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Juegos de palabras para enmascarar el fracaso. Se oculta una desastrosa ejecución confundiendo y desinformando. Esto no va de créditos autorizados, gasto comprometido, o expresiones sin rigor como "fondos movilizados". Es un plan que va de pagos realizados a los beneficiarios finales.
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El efecto "bola de nieve". Ni la experiencia de 2021 ha servido para que mejoraran los porcentajes de ejecución en 2022. Se acumulan los fondos sin ejecutar en el canal burocrático diseñado por el gobierno sin que lleguen a los beneficiarios finales.
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Dato mata relato. Los fondos sin ejecutar pasan de un ejercicio a otro. En marzo de 2023, con el cierre final del ejercicio 2022, se arrastran más de 6.700 millones de euros sin ejecutar del ejercicio anterior.
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Eludir la responsabilidad. Moncloa diseñó la gestión de los fondos sin dialogar ni consensuar con nadie. Calviño no puede trasladar ahora la responsabilidad de la baja ejecución a las CCAA, como pretende. El canal burocrático y las rigideces en la ejecución de los fondos son responsabilidad exclusiva del gobierno.
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Se utilizan las CCAA como marionetas. El gobierno reparte los fondos a las CCAA y decide las inversiones e importes financiar sin tener en cuenta sus necesidades o las particularidades de sus territorios, dificultando el éxito y su máximo aprovechamiento.
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Falta de criterios uniformes entre ministerios. Se reparten los fondos a las CCAA en las Conferencias Sectoriales siguiendo diferentes criterios dependiendo del ministerio que se trate, sin un análisis sobre la situación regional antes del reparto y sobre si se adaptan o no a las necesidades de las CCAA.
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Opacidad en la elección de los PERTE. Los criterios de selección son desconocidos y no se han consultado con las CCAA, dejando fuera proyectos estratégicos para Turismo o la Industria Textil.
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La cogobernanza no existe. La Conferencia Sectorial del Plan de recuperación presidida por la Ministra de Hacienda, "órgano de cooperación entre el Estado y las CCAA para canalizar adecuadamente la participación de éstas en los proyectos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y establecer mecanismos y vías de cooperación y coordinación en la implementación del Plan", sólo se ha reunido 3 veces, la última en agosto de 2021.
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¿Transparencia? Inexistente!. No hay información sobre quiénes son los principales beneficiarios ni cuánto dinero ha llegado a la economía real. La falta de transparencia ha calado en Europa después de la visita de Monica Holhmeier que sigue reclamando el listado de los 100 mayores beneficiarios.
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Falta de información sobre el impacto en el PIB y el empleo. ¿Cuándo habrá rendición de cuentas sobre el impacto real de los fondos? Calviño sólo nos proyecta su power point con un impacto medio esperado de los fondos (incluida Adenda) del 3% entre 2021-2031. Pero, cuál ha sido el impacto en el PIB y el empleo en 2021 y 2022? ¿No quieren una evaluación de las políticas públicas?
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Sin control no hay trazabilidad. La plataforma de auditoría y control CoFFEE, ha tardado más de dos años en estar operativa y sigue dando problemas de integración y de transmisión de datos con las aplicaciones que las CCAA tuvieron que contratar con sus recursos para suplir la ausencia de la aplicación prometida por el Gobierno.
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Minerva y CoFFEE no se llevan bien. Se dan problemas de interoperabilidad entre la aplicación de prevención de conflictos de interés (Minerva) y CoFFEE. Esto ha retrasado la ejecución de contratos y subvenciones.
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Recibir 37.000 millones no significa ser el país más avanzado en la ejecución. Hemos recibido 37.000 millones en concepto de prefinanciación y tres desembolsos semestrales por cumplir hitos y objetivos centrados en aprobar leyes, reales decretos o elaborar estrategias. La cantidad recibida no refleja el avance real en inversiones y ejecución.
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Las pymes se quedan al margen. Según Cepyme El 65% de las pymes consideran que no podrán participar en las inversiones del Plan de Recuperación. La fragmentación entre diferentes ministerios, con múltiples convocatorias de plazos reducidos o requisitos complejos, dificultan que las pymes (con menores recursos) puedan acceder a los fondos.
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Los datos del gobierno no se sostienen. El gobierno dice que ya hay 400.000 proyectos beneficiarios que llegan a 280.000 empresas. Sabiendo que se han concedido 236.000 bonos digitales, hagan las cuentas del impacto real de los fondos. A las pymes se las contenta con un Kit Digital para llevar redes sociales o hacer un restyling de páginas web.
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Inversiones que no deberían financiarse con el plan. Se han financian gastos en publicidad, medidas de transversalidad de género… hasta postes para hacer selfies. Se están financiando inversiones nada transformadoras o que generan gasto estructural.
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Legado contraproducente de las reformas. Nos conceden fondos a cambio de reformas que incrementan los costes de producción, perjudican el empleo y los salarios, penalizan a los más jóvenes o expulsan el talento. Pagaremos los efectos perniciosos de la reforma de pensiones, laboral o vivienda.
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Es la competitividad, estúpido. La mayoría de las reformas son ideológicas y están perjudicando la competitividad y la productividad de la economía española. Por el contrario, introducen nuevos impuestos, generan inseguridad jurídica y dejan sin resolver los problemas de formación y recualificación de los trabajadores.
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La deslealtad con la Adenda. Los fondos europeos se utilizan como herramienta electoral sin consulta ni consenso con CCAA, Entidades Locales, partidos políticos o agentes sociales. Los fondos no son de Sánchez, sino de son de todos los españoles.
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Comprometen al país en periodo electoral. Nos endeudaremos en 84.000 millones en préstamos comprometiendo al país con hitos, objetivos y reformas sin consensuar ni pactar y sin el refrendo del Congreso, con unas elecciones generales convocadas.
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Cambian 75 hitos si informar sobre ellos. ¿Por qué Calviño no hace públicos los 13 hitos modificados "por errores tipográficos", 13 por las circunstancias sobrevenidas, los 44 por ajustes de calendario y los 5 nuevos? Sencillo, para no mostrar lo que sabemos, el fracaso en la ejecución de inversiones.
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El cuarto desembolso, una herencia envenenada. El gobierno iba a pedir el cuarto desembolso hace meses. Ahora se pospone para después de las elecciones y lo remitirá un gobierno en funciones, sabiendo que tiene hitos sin cumplir que provocarán posibles penalizaciones comprometiendo al próximo gobierno.
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El miedo como último recurso. Calviño dice que los fondos están el peligro si gobierna Feijoo. La Comisión busca la ejecución exitosa del plan y medidas como agilizar y simplificar los trámites o mejorar la inexistente cogobernanza y establecer mecanismos de transparencia y rendición de cuentas, son esenciales para el éxito y evaluación del plan.