Ante un entorno laboral en continuo movimiento, la digitalización y los avances tecnológicos han llevado al ecosistema empresarial a demandar nuevos perfiles que puedan llevar a cabo la transformación necesaria para un futuro que ya es presente.
Debido a ello, la formación ha cobrado un mayor protagonismo, siendo las Universidades y Escuelas de Negocio un eslabón fundamental en la preparación de una generación que, sin duda, trabajará en muchos casos en profesiones nuevas o al menos diferentes respecto a las convencionales.
No obstante, siguen siendo los Grados universitarios con base generalista, los que tienen más demanda en la elección de los alumnos e igualmente en la demanda de empleo. Grados como Derecho, ADE o Ingenierías, continúan liderando las solicitudes por parte de un alumno que sabe que, con una visión amplia del mundo de la empresa y los negocios, las posibilidades de empleo aumentan.
Los alumnos con este tipo de Grados universitarios hacen una apuesta con grandes posibilidades de cara a su futuro, pero precisamente el elevado volumen de alumnos que realizan estos estudios empieza a exigir cierta especialización, en ocasiones a través de Másteres que se pueden realizar posteriormente a la realización de los Grados.
En algunas instituciones, de cara a lograr la especialización, reforzar el aprendizaje y hacer más práctico el paso por la universidad, se han implantado desde hace años, dobles titulaciones que simultanean Grados universitarios y Másteres profesionales, donde los alumnos adquieren una formación que les proporciona especialización y, sobre todo un valor diferencial. "Entre los estudios más demandados, las empresas nos solicitan mayoritariamente alumnos de Derecho y de ADE, pero con especialización en Mercados Financieros, Business Analytics o Relaciones Internacionales, donde nuestros acuerdos con empresas y alianzas con universidades como la London School of Economics, Bayes Business School o Fordham University, proporcionan a nuestros alumnos una visión más completa ante un entorno laboral totalmente mundializado", afirma Ignacio Muñoz, Jefe de Admisiones de IEB.
Precisamente a esta situación, se enfrentan muchos miles de jóvenes que estos días eligen sus estudios universitarios de Grado, "un momento donde es recomendable una adecuada orientación profesional por parte de personas que estén muy en contacto con el mercado laboral, ya que el motivo principal de un alumno al realizar sus estudios universitarios, suele ser el de luego poder tener oportunidades profesionales atractivas", así lo afirma Juan de Lara, Jefe de Orientación Profesional de IEB, que trabajó durante más de dos décadas en empresas como Movistar, Bankinter, Renta4 o Bankia.
Y es que, para las instituciones educativas, disponer de un claustro donde tengan cabida profesionales que, además de expertos en su materia, formen y acerquen al alumno al entorno empresarial actual, facilita la integración laboral de los graduados desde incluso su etapa de estudiantes.
"En el IEB, las empresas participan en la formación de los alumnos, incluyendo en nuestras Aulas, sus retos actuales para que los alumnos puedan aprender enfrentándose a situaciones completamente reales, participando en proyectos e incluso haciendo prácticas simultáneamente a sus titulaciones de Grado para reforzar el aprendizaje y orientar sus carreras profesionales", comenta Joaquín Danvila, Jefe de Desarrollo Digital de IEB, que además de docente, ha ocupado posiciones en áreas comerciales y de Marketing dentro de Grupos empresariales como Naturgy (en el antiguo Unión Fenosa), y habiendo sido responsable de Desarrollo de Negocio en Seur Geopost, Grupo Caja Rural o Grupo Reacciona.
El acercamiento de los Grados universitarios a la demanda actual del mundo empresarial se consigue en aquellas instituciones que incluyen a profesionales, no sólo como docentes, sino como parte vertebral en la definición de programas de especialización, adaptación de contenidos y, por supuesto procesos después de inserción laboral de sus alumnos.
Estudiar un Grado generalista abre posibilidades entre el alumnado, hacerlo acompañado de un entorno real acerca al mundo empresarial, y realizarlo en un lugar con especializaciones adecuadas y una buena orientación laboral, marca la diferencia definitiva ante un mercado laboral repleto cada año de recién graduados.
Estancias internacionales, uso de herramientas profesionales de simulación o de práctica, como terminales Bloomberg o simuladores de negocio, contacto directo con profesionales en el Aula, son entre algunos otros, los elementos diferenciales de algunos Grados universitarios para que sus alumnos salgan al mercado con la mayor de las garantías.
Y es que, en el nuevo entorno laboral, independientemente del área de los Grados que se estudien, las habilidades como la orientación a resultados, el trabajo en equipo, la capacidad analítica, la comunicación o la capacidad de trabajar por proyectos con equipos multidisciplinares, hace que la formación en entornos prácticos desarrolle en los alumnos, capacidades que serán definitivas en una futura entrevista de trabajo igual que en una futura reunión en un comité de dirección.
Todo ello sin olvidarnos de las habilidades digitales, saber utilizar los nuevos canales de manera profesional, conocer el mercado completamente sujeto a las novedades tecnológicas como la inteligencia artificial o el blockchain, tener nociones de programación en todo tipo de Grados y no sólo en ingenierías o carreras técnicas y un largo etcétera que hace de la elección del Grado universitario, un momento crucial si lo enfocamos como un medio y no como un fin, un medio para luego desarrollar una carrera profesional con enormes posibilidades y siempre enfrentados a la necesaria flexibilidad a la que obligan los cambios constantes.