A principios de año vivimos en España una auténtica fiebre por la deuda pública por parte de las familias españolas. De hecho, en febrero la web del Tesoro llegó a sufrir una caída por la gran cantidad de tráfico que registró. Así lo recogía Libre Mercado, que destacaba cómo la deuda pública volvía a tener valor debido a los sucesivos aumentos en los tipos de interés y que esto podía resultar atractivo para los inversores más conservadores.
No obstante, uno de los problemas de que aumente la demanda de este tipo de activos financieros es que se, con ello, aumentan también los costes del Estado, y así se encarece su endeudamiento. De hecho, el gurú Nouriel Roubini veía en este comportamiento, un síntoma de una posible crisis por insolvencia de los Estados.
14.947 millones de euros en Letras del Tesoro
En todo caso, el interés por la deuda pública por parte de los inversores particulares sigue al alza. De acuerdo con los datos que ofrece el Tesoro Público publicados en julio, en el mes de mayo la compra de Letras del Tesoro alcanzó un saldo nominal total de 71.486 millones de euros, de los cuales el 20,91% (un total de 14.947 millones de euros) estuvo en posesión de "personas físicas".
Estas cifras contrastan con los datos del año anterior, en el cual, en el mes de mayo solamente un 0,02% de la compra de Letras del Tesoro (17 millones de un total de 77.234 millones de euros) del total reparó en particulares.
Del mismo modo, podemos comparar también los meses anteriores, en los que se produjo igualmente un aumento significativo de la proporción sobre el total que supuso la compra de Letras del Tesoro por parte de las familias españolas. Así, vemos que en abril se pasó del 0,02% (14 millones de euros) de 2022 al 18,38% (13.206 millones), y mientras que en marzo de 2022 esta proporción también se situaba en el 0,02% (suponiendo un total de 25 millones de euros), un año después se alcanzó el 14,95% (10.847 millones).
De hecho, para poder ver cifras similares en las últimas dos décadas debemos remontarnos al período 2006-2008, en el que se registraron proporciones de entre el 9% y el 11%. Concretamente, en 2006 fue del 9,34% (2.923 millones), en 2007 del 10,97% (3.559 millones) y en 2008 del 9,08% (4.730 millones).
Lo más llamativo de todo ello es el ritmo al cual está evolucionando el interés de los ciudadanos por las Letras del Tesoro, que sigue aumentando, entre otras razones debido a que por el momento la remuneración de la mayoría de bancos sigue siendo menos generosa. Aunque hay algunas entidades que ya ofrecen rendimientos a sus depósitos, no es una tendencia generalizada en el mercado.
Los segundos mayores tenedores
De este modo, los ciudadanos españoles se convierte en el segundo mayor tenedor de Letras del Tesoro, solamente superadas por los inversores no residentes (que suponen un 32,88% del total, con 23.504 millones de euros).
Así, la compra de Letras del Tesoro por parte de los españoles supera incluso a la de las entidades de crédito españolas (un 19,19% del total, con 13.720 millones de euros), los fondos de inversión (6,07%) y las aseguradoras (3,27%).
La inversión de la curva de tipos
Otro de los fenómenos que se observan en el mercado de deuda en España es que el interés que ofrecen las letras a seis meses, es decir, deuda a cortísimo plazo, es superior al interés de los bonos a un año, y éste superior a los bonos a 10 años, lo que mantiene la situación anómala de inversión de la curva de tipos que hace que los intereses de la deuda a corto plazo sea más alta que la deuda a largo. El bono español a 10 años ofrece un interés del 3,5%, el bono a un año del 3,61 y el bono a seis meses del 3,67.