El aceite de oliva lleva camino de convertirse en un bien de lujo para los españoles. Su precio no ha dejado de crecer en los últimos 28 meses, con crecimientos de dos dígitos en los últimos 26 meses. Y, según el último dato recogido por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el oro líquido ya es un 38,8% más caro que el año pasado, lo cual explica que muchos supermercados hayan optado por ponerle sistemas antirrobo a las garrafas.
Este encarecimiento del 38,8% registrado el pasado mes de julio es la segunda subida interanual más fuerte de los últimos 21 años, sólo superada por el ascenso registrado en abril de 2022, cuando el precio del aceite de oliva se disparó un 42,5% interanual. Sólo en el último mes y medio, la botella de litro ha pasado de los 8,16 euros de media a los 9,42 euros y, en el caso de algunas marcas, ese precio ya se sitúa por encima de los 12 euros, según un estudio publicado por la OCU.
Los agricultores apuntan a la sequía como el origen de los mayores precios del aceite de oliva. De hecho, la producción provisional de la campaña 2022/2023 apenas alcanza las 662.400 toneladas, la mitad del valor medio de la producción española de los últimos 15 años y un 55,6% menos que el año pasado, según el último Boletín del Mercado del Aceite de Oliva del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación (MAPA).
Cae el consumo, pero no el gasto
Ante este descomunal ascenso del precio del aceite de oliva, los hogares no han tenido más remedio que reducir su consumo. El pasado mes de abril (último dato disponible), la demanda del aceite de oliva ya había caído un 11,9% con respecto al mismo mes del año anterior, un descenso que llega al 23,6% en el caso de la demanda de aceite de oliva virgen, según el último informe publicado por el Panel de consumo alimentario en los hogares del MAPA.
Pero a pesar de que hemos pasado de consumir unos 7,57 litros per cápita en 2022 a unos 6,64 litros per cápita en 2023, las familias se han gastado más dinero en aceite de oliva, de modo que el gasto medio por hogar en aceite de oliva alcanzó los 97,7 euros en 2022, frente a los 77,6 euros de 2021, según los datos del INE.
Se trata de la cifra más alta desde 2007, cuando el gasto medio por hogar en aceite de oliva se situó en 98,9 euros. Entre 2006 y 2022, el año de menor gasto en este producto básico en la llamada dieta mediterránea fue el de 2020, primer año de pandemia, cuando se alcanzaron los 65,5 euros de media por hogar.