El gasto en pensiones sigue creciendo sistemáticamente cada año. Sin embargo, ha sido en 2023 cuando la escalada es mayor. En concreto, está presupuestado que este año el gasto en pensiones supere los 190.000 millones de euros: 46.000 millones más desde que Sánchez llegara al gobierno en 2018 y 69.000 millones más que hace una década.
¿Y a qué se deben esas subidas del gasto en pensiones de récord constante? Por un lado, a que cada vez hay más jubilados en España (por el aumento de la esperanza de vida) y a que los que entran en el sistema cada vez cobran más (han cotizado más también). Pero dentro de esta cifra, de estos 190.000 millones de euros, también hay un extra que ha decidido imponer el Gobierno de Pedro Sánchez: actualizar las pensiones conforme al IPC.
El 1 de enero de 2023, la actualización ha sido del 8,5%. Esta revalorización ha generado un agujero en las cuentas del Estado de 13.600 millones de euros. Pero esta cifra cada vez será más grande porque las revalorizaciones, como la inflación, se acumulan. Así, este año es probable que la inflación media termine en el 4,7%, y la consecuencia de esto es que haya que añadir otros 9.000 millones de euros mínimo al gasto en pensiones.
Por tanto, esta situación (unida a las bajas tasas de natalidad) es lo que está tensando sobremanera las cuentas de un sistema en el que hace mucho que los ingresos de las cotizaciones sociales ya no llegan para cubrir el pago total de las prestaciones.