De la pérdida de la competitividad por culpa de la Agenda 2030, al proteccionismo más descarado. Este parece ser el camino que sigue la UE, que no sólo ha diseñado ya un mecanismo para atajar y castigar las fugas de producción hacia países menos enloquecidos con el ecologismo ultra y sus costes, sino que, ahora, además, pretende alterar las posibilidades de repostaje de los aviones con tal de que lo hagan en la UE de forma absolutamente mayoritaria.
El plan viene reseñado en un documento oficial de Bruselas donde se explica cómo "aumentará ReFuelEU Aviation el uso de combustibles de aviación sostenibles". ReFuelEU Aviation es la nueva normativa ecologista en materia de transporte por aire. Y supone "que los proveedores de combustible suministrarán a los aeropuertos de la UE una proporción mínima cada vez mayor de SAF (combustibles de aviación sostenibles) mezclados con queroseno", señala la UE.
"Esto se aplicará a todos los proveedores de combustible de aviación que suministran en los aeropuertos de la Unión y a la gran mayoría de los operadores de aeronaves (por encima de ciertos umbrales mínimos de pasajeros y carga). Más del 95% del transporte aéreo que sale de los aeropuertos de la UE estará cubierto por este nuevo Reglamento", explica Bruselas en su documento.
El Reglamento introduce cuotas mínimas de estos combustibles en toda la UE que "reemplazarán a cualquier legislación nacional existente que regule el suministro y la adopción de SAF. Los operadores de aeronaves tendrán un mejor acceso al aumento de las cuotas de SAF en toda la UE, gracias a las cuotas mínimas europeas", afirma la UE. Específicamente, el nivel de las acciones mínimas de SAF (combustibles de aviación sostenibles) se establece para el período de 2025 a 2050 en los niveles: 2% para 2025; 6% para 2030; 20% para 2035; 34% para 2040; 42% para 2045; 70% para 2050.
Además, habrá cuotas mínimas dedicadas a los combustibles sintéticos de aviación "para impulsar la descarbonización de la aviación. Estas acciones serán del: 1,2% para 2030; 2% para 2032; 5% para 2035; 10% para 2040; 15% para 2045; 35% para 2050".
Pero el miedo de la UE ante semejante imposición y sus costes es obvio: la fuga para repostar en otros lugares. Pues bien, "para evitar tanto las fugas de carbono como las emisiones innecesarias, los operadores de aeronaves que salen de los aeropuertos de la Unión tendrán que repostar al menos el 90 % del combustible necesario para su vuelo cuando salgan de un aeropuerto de la Unión (a pesar de las normas de seguridad pertinentes)".
Y es que, según la UE, "esto evitará situaciones en las que los operadores de aeronaves transporten combustible excesivo para evitar tener que repostar en un aeropuerto determinado donde los costes pueden ser más altos debido al suministro de SAF". Porque, según afirman, "transportar combustible excesivo también conduce a un peso extra, un mayor consumo de combustible y mayores emisiones. Además, en virtud del Reglamento, los aeropuertos de la Unión tendrán que garantizar que su infraestructura de abastecimiento de combustible sea accesible y apta para la distribución de SAF".