Helen Pahapill ha sido asesora del ministerio de Finanzas de Estonia desde hace más de veinte años, desempeñando distintas labores de gobierno. Esta experta de alto nivel ha contribuido de forma directa a consolidar el modelo fiscal más competitivo del mundo, caracterizado por un impuesto de tarifa plana del 20% en el IRPF y el Impuesto de Sociedades, que de hecho solamente se cobra cuando hay reparto de dividendos para dejar exentos de tributar los beneficios reinvertidos.
Pahapill participó esta semana en un evento sobre competitividad fiscal organizado en el Senado de España por la Fundación para el Avance de la Libertad (Fundalib), think tank responsable de estudios como el que mide la libertad de los distintos ayuntamientos españoles.
En su intervención, la experta báltica señaló que "el primer presidente de Estonia tras la caída de la Unión Soviética, Toomas Hendrik Ilves, entendió nuestro proceso de independencia como una hoja en blanco que nos permitía empezar de cero y construir un modelo productivo totalmente diferente. Nuestra apuesta fue clara: romper con el pasado y empezar una etapa nueva. Todas las leyes del país fueron redactadas empezando desde cero y todo nuestro modelo económico fue planteado de manera innovadora".
Según explicó la consejera del gobierno de Estonia, "desde 1994, el IRPF de Estonia se compone simplemente de un mínimo exento y una tarifa plana o flat tax del 20% que se aplica a todos los niveles de renta. La idea de dicho modelo era crear los incentivos para que todas las personas quisieran esforzarse más y progresar económicamente. Se trataba de un modelo fiscal pro-crecimiento desde su misma raíz"
"Se habla de armonización fiscal, pero ¿acaso implica eso que debemos armonizar también todos los presupuestos? ¿Y las regulaciones económicas? No tiene sentido que se invoque la armonización solamente en clave fiscal. Además, cuando se habla de armonización a menudo se hace solamente para invocar una subida generalizada de los impuestos. ¿Por qué no se propone lo contrario, una armonización a la baja?", lamentó al ser preguntada por la insistencia de Bruselas en poner fin a los regímenes de impuestos bajos.
Menos impuestos para crecer más
"Somos un país pequeño, con poco más de un millón de habitantes, nuestra supervivencia como país depende también de nuestra capacidad de gestionar nuestra economía con inteligencia. Si tenemos, por ejemplo, una tarifa plana del 20% en el IRPF es porque queremos crecer más. Lo mismo ocurre con el sector público, tenemos un Estado lo más pequeño eficiente posible porque sabemos que el despilfarro nos hace menos competitivos", reconoció Papahill.
Preguntada por las facilidades que ofrece el modelo de Estonia a los ciudadanos, fue clara: "para la mayoría de los contribuyentes, de los autónomos y de las pymes no hace falta recurrir a asesores fiscales. Apenas hay deducciones y esas pocas que se han introducido, como por ejemplo los gastos educativos, se notifican previamente a las autoridades fiscales, porque las empresas o entidades que reciben esos pagos deben informar de ellos. De esta forma, la declaración de la renta es un proceso rápido y sencillo y la gran mayoría de los contribuyentes lo acomete en unos pocos minutos. En cuanto al Impuesto de Sociedades, el cálculo también es sencillo y la mayoría de compañías no dedica más que unos pocos minutos a detallar la información requerida".