El gobierno de Italia ha optado por diseñar los presupuestos de 2024 combinando rebajas de impuestos con medidas de aumento del gasto público. En total, las modificaciones aprobadas por el gobierno tripartito que encabeza la conservadora Giorgia Meloni van a movilizar cerca de 24.000 millones de euros. De esta cifra, 15.700 millones se financiarán vía deuda.
La trayectoria que venía describiendo el déficit público en el país transalpino apuntaba que el curso 2024 se cerraría con un descuadre entre ingresos y gastos equivalente al 3,6% del PIB. Sin embargo, las modificaciones anunciadas por Meloni van a empujar esta cifra hasta el 4,3% del PIB. Esta circunstancia no casa bien con una deuda que supera el 140% del PIB.
Parte del alivio fiscal previsto por Meloni se concentra en fusionar los dos primeros escalones de la escala de tramos del Impuesto sobre la Renta. Hasta la fecha, las rentas de hasta 15.000 euros pagaban un tipo del 23%, mientras que los ingresos hasta los 28.000 euros se gravaban al 25%. Sin embargo, la decisión del gobierno transalpino integra ambos niveles de renta bajo un mismo tramo fiscal, con un tipo del 23% para los primeros 28.000 euros.
Asimismo, Meloni ha anunciado una reducción de las cotizaciones sociales que beneficiará a 14 millones de trabajadores italianos y, según los cálculos oficiales, dejará en sus bolsillos un promedio de 100 euros mensuales. También se reducirán las cotizaciones de las madres trabajadoras con dos o más hijos a su cargo, aunque esta medida tendrá un alcance limitado, puesto que solamente ha sido dotada con 1.000 millones. Asimismo, se ha anunciado que las empresas italianas que traigan de vuelta al país las sedes de producción que han desarrollado en el extranjero podrán acogerse a una reducción del 50% en el Impuesto de Sociedades, aplicable durante un periodo de cinco años.
No todo son rebajas de impuestos, puesto que también hay medidas recaudatorias en marcha. El gobierno también ha comunicado que anulará la rebaja que se venía aplicando en el IVA para aliviar el coste de comprar productos básicos para la crianza de niños recién nacidos. De igual manera, se aplicará un "suelo mínimo" del 15% que elevará la recaudación del Impuesto de Sociedades unos 2.000 o 3.000 millones de euros.
Los presupuestos de Meloni para 2024 contemplan, asimismo, un fuerte aumento del gasto dedicado a pagar sueldos públicos, puesto que el gobierno quiere revisar al alza la compensación de los trabajadores de ámbitos como la salud o la seguridad. En total, estas medidas supondrán 7.000 millones más de gasto.
La prima de riesgo, estable
El titular de la cartera de Economía, Giancarlo Giorgetti, ha declarado que confía en que las autoridades europeas den su visto bueno a la propuesta presupuestaria del Ejecutivo italiano y también se ha mostrado tranquilo en relación con el nerviosismo que podría generar el aumento del déficit en los mercados de deuda soberana. De momento, la prima de riesgo del país se mantiene estable, pero se sitúa 200 puntos básicos por encima del coste de financiación de Alemania.
En opinión de Giorgetti, combinar menos impuestos con más gasto está "justificado" para "apoyar la actividad económica" ante lo que definió como "vientos de cara" de índole geopolítica, aludiendo de esta forma a las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania o los ataques terroristas de Hamás a Israel.
Sin embargo, las voces más críticas con los planes del gobierno de Meloni advierten de que, precisamente por la incertidumbre geopolítica, no se debería haber aprobado un presupuesto que aumenta el déficit y conduce a un mayor endeudamiento. De igual forma, no faltan quienes alertan de la persistencia de cierta inseguridad jurídica asociada al fiasco del "impuesto a la banca" que el gobierno comunicó el pasado verano por sorpresa, para luego modificar tal propuesta ante la volatilidad que despertó en los mercados.