"El Primero de Mayo no pertenece en exclusiva a la izquierda". Con esa máxima, la primera ministra italiana Giorgia Meloni convocó una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros que desembocó en la sorpresiva aprobación de un decreto de reforma laboral que liquida parte de las modificaciones introducidas por el anterior gobierno en el mercado de trabajo.
No es la primera vez que Meloni reta a los sindicatos del país transalpino, puesto que el pasado curso 2022 convocó la conferencia programática de su partido, Fratelli d’Italia, coincidiendo con la fecha que conmemora el Día del Trabajador. Desde entonces, la lideresa conservadora ha completado su fulgurante ascenso en la política italiana y ha alcanzado la jefatura del gobierno de la mano de sus socios Silvio Berlusconi, de Forza Italia, y Matteo Salvini, de La Liga.
La idea de Meloni es reducir la "cuña fiscal", es decir, el peso de las cotizaciones sociales y el IRPF sobre el salario neto que termina percibiendo el trabajador. Por otro lado, la primera ministra ha aprobado rebajas fiscales de hasta 3.000 euros anuales para los trabajadores que tengan hijos.
Además, la "renta básica" aprobada por el anterior gobierno será reemplazada por un nuevo programa más ajustado , después de numerosas críticas por el fraude que se estaría dando a la hora de percibir dicha prestación. Finalmente, Meloni flexibilizará los contratos temporales, que pasan de estar limitados a doce meses a poderse prolongar por tres años, siempre y cuando se cumplan determinados supuestos.
De todos estos cambios, Meloni ha querido destacar el primero, señalando que su gobierno "no se dedica a lanzar palabras bonitas, sino a legislar con hechos reales a favor de los trabajadores". La rebaja de la "cuña fiscal" será aplicable a las rentas de menos de 35.000 euros brutos. En concreto, se aplicará una disminución de la carga fiscal del 7% a las nóminas de hasta 25.000 euros anuales y del 6% a quienes perciban entre 25.000 y 35.000 euros por ejercicio. En la práctica, la renta de un matrimonio de renta baja o media-baja aumentará en unos 200 euros mensuales gracias a estas modificaciones.
El ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, se ha pronunciado en la misma línea que Meloni y se ha jactado de que estas disposiciones suponen "una ayuda real contra el encarecimiento del coste de la vida y una respuesta concreta que se aleja de las chácharas propias de la izquierda". Como era de esperar, en las filas de los sindicatos hay malestar con el Ejecutivo y, de hecho, ya se anuncian movilizaciones y manifestaciones contra las medidas aprobadas.
Mientras tanto, Meloni ahonda en su agenda económica, tras haber aumentado los límites aplicables a los pagos en efectivo y haber movido ficha para adoptar un tipo único o flat tax en el IRPF.