La etapa de Pedro Sánchez como líder del PSOE y presidente del gobierno de España solamente puede ser descrita como una época negra para la seguridad jurídica y la estabilidad institucional y política. Desde que el político izquierdista fue elegido Secretario General de su partido, España se ha visto directamente afectada por su continua negativa a trenzar acuerdos de gran alcance con la oposición y su insistencia en construir las mayorías de gobierno de la mano de todo tipo de partidos antisistema.
Desde el punto de vista de la inversión extranjera, esta situación no puede ser más indeseable. De hecho, los datos reflejan el hartazgo y el desapego generados por Sánchez, su política económica y su incapacidad de ofrecer un marco institucional a la altura del potencial económico español. En el primer semestre de 2018, justo antes de que Pedro Sánchez llegase a la presidencia del gobierno, la entrada de capital foráneo en nuestro país se situaba ligeramente por encima de los 18.000 millones de euros. En cambio, entre enero y junio de 2023, este indicador se ha quedado por debajo de los 12.000 millones. El desplome, pues, se sitúa por encima del 30%. Además, en términos acumulados, la caída ha sido cercana al 50% durante buena parte de su mandato.
La continua activación de procesos electorales, el impago de decenas de sentencias internacionales que obligan a nuestro país a indemnizar a las empresas afectadas por la retirada retroactiva de las primas renovables, las decenas de subidas impositivas aprobadas de la mano de sus socios parlamentarios, la politización y degradación de las instituciones públicas… El día a día de la "Era Sánchez" está siendo algo así como un campo de minas para los inversores internacionales, lo que explica su creciente desinterés por nuestro país. En este sentido, el vergonzoso pacto suscrito entre PSOE y Junts para desbloquear la investidura de Sánchez sería solamente el último clavo en la tumba de la seguridad jurídica.
Sobre esta última cuestión, vale la pena repasar la evaluación que hace el Banco Mundial de la calidad de nuestro Estado de Derecho. En sus Indicadores Mundiales de Gobernanza se puede ver que la nota recibida por España en esta categoría específica ha caído con fuerza en los últimos años, experimentando una reducción cercana al 15% en los años de gobierno de Pedro Sánchez, en relación con el mandato de su predecesor, el popular Mariano Rajoy.
Algo similar sucede si nos fijamos en las evaluaciones de la independencia judicial, el imperio de la ley y la estabilidad política que elaboran anualmente la Property Rights Alliance y el Instituto de Estudios Económicos, en el marco de su análisis de los derechos de propiedad en España y la OCDE. Estos tres indicadores asignan a España una nota de apenas 6,5, 6,8 y 6,2 puntos sobre 10, respectivamente, lo que nos sitúa en la zona baja de la tabla para estos tres indicadores, a años luz de las democracias europeas con mejor entorno institucional.
|
País |
Independencia judicial |
Imperio de la ley |
Estabilidad política |
Control de la corrupción |
|
Alemania |
8,9 |
8,2 |
6,6 |
8,6 |
|
Australia |
9,0 |
8,3 |
6,8 |
8,5 |
|
Austria |
8,4 |
8,6 |
6,9 |
7,5 |
|
Bélgica |
8,7 |
7,7 |
6,3 |
8,0 |
|
Canadá |
9,2 |
8,3 |
6,9 |
8,3 |
|
Chile |
7,2 |
6,8 |
5,2 |
7,0 |
|
Colombia |
4,7 |
4,1 |
3,3 |
4,3 |
|
Corea del Sur |
7,0 |
7,3 |
6,4 |
6,5 |
|
Costa Rica |
7,0 |
5,9 |
6,8 |
6,0 |
|
Dinamarca |
9,2 |
8,9 |
7,0 |
9,7 |
|
Eslovaquia |
7,2 |
6,4 |
6,2 |
5,5 |
|
Eslovenia |
5,1 |
7,1 |
6,6 |
6,4 |
|
España |
6,5 |
6,8 |
6,2 |
6,5 |
|
Estados Unidos |
6,8 |
7,8 |
5,1 |
7,1 |
|
Finlandia |
9,4 |
9,1 |
7,0 |
9,5 |
|
Francia |
7,2 |
7,6 |
5,8 |
7,6 |
|
Grecia |
6,1 |
5,7 |
5,4 |
5,4 |
|
Hungría |
3,5 |
6,1 |
6,8 |
5,1 |
|
Irlanda |
9,2 |
8,1 |
6,8 |
8,3 |
|
Islandia |
-- |
8,5 |
7,8 |
8,6 |
|
Israel |
-- |
6,9 |
3,0 |
6,7 |
|
Italia |
7,7 |
5,5 |
6,2 |
6,1 |
|
Japón |
7,6 |
8,2 |
7,1 |
8,1 |
|
Letonia |
7,4 |
7,0 |
6,4 |
6,5 |
|
Lituania |
7,9 |
7,2 |
6,7 |
6,7 |
|
Luxemburgo |
8,0 |
8,6 |
7,5 |
8,7 |
|
México |
4,0 |
3,4 |
3,8 |
3,0 |
|
Noruega |
9,4 |
8,9 |
7,3 |
9,3 |
|
Nueva Zelanda |
8,7 |
8,6 |
7,9 |
9,4 |
|
Países Bajos |
8,9 |
8,5 |
6,9 |
9,1 |
|
Polonia |
4,5 |
5,9 |
6,1 |
6,1 |
|
Portugal |
7,7 |
7,3 |
7,0 |
6,5 |
|
Promedio OCDE |
7,3 |
7,3 |
6,3 |
7,2 |
|
Reino Unido |
8,2 |
7,9 |
6,2 |
8,3 |
|
República Checa |
7,7 |
7,3 |
7,0 |
6,3 |
|
Suecia |
9,1 |
8,5 |
7,1 |
9,3 |
|
Suiza |
-- |
8,6 |
7,3 |
9,0 |
|
Turquía |
1,3 |
4,2 |
2,9 |
4,2 |
Resulta patente, pues, que uno de los aspectos más dañinos de la Era Sánchez es su impacto sobre las instituciones democráticas de nuestro país, que están saliendo duramente golpeadas de los continuos ataques de su gobierno.