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Un informe ecologista alerta del "peligro" del plan de Sánchez para cerrar las nucleares y ve "improbable" que se cumpla

Según el informe de un think tank ecologista, cerrar las centrales según el calendario del Gobierno le costará a España 22.600 millones de euros.

Según el informe de un think tank ecologista, cerrar las centrales según el calendario del Gobierno le costará a España 22.600 millones de euros.
Central Nuclear de Ascó I y II en Tarragona. | Europa Press

La investidura de Pedro Sánchez y la toma de posesión de su gobierno de coalición con Sumar han terminado de enterrar la esperanza de un cambio de rumbo, en sintonía con otros países, respecto a la energía nuclear. El pacto entre los dos partidos incluía específicamente que se mantendría el plan de cierre de los siete reactores españoles entre 2027 y 2035 para ser sustituidos paulatinamente en el mix energético por energías renovables. Un nuevo informe alerta ahora del "peligro" de que estos planes se mantengan y del triple coste que tendrían para España: económico, seguridad de suministro y también ambiental.

El informe, que se presenta en unos días, está elaborado por el think tank Oikos, que señala que trabaja para la "protección del medio ambiente como fuente de riqueza de nuestras sociedades", que busca un "debate razonable y sensato" en torno a su defensa y que aboga por luchar "contra el cambio climático desde una perspectiva alternativa basada en la aceptación realista de los retos técnicos, políticos, sociales y económicos".

Bajo el título ¿Verde, competitiva y segura?, alerta de las opciones abiertas para la "transición energética" y sus implicaciones, dedicando buena parte del informe al plan del Ministerio de Teresa Ribera de mantener el calendario pactado con la industria para cerrar las nucleares en la esperanza de que la generación renovable y la capacidad de almacenamiento se multipliquen.

El documento se alinea con las múltiples alertas lanzadas en estos meses sobre los riesgos para el sistema de cerrar unas centrales que podrían seguir operando hasta los sesenta años o incluso más. Tras el análisis de distintos escenarios (el del cierre a partir de 2027, el retraso del plan unos años y la operación de los centrales hasta el final de su vida útil), el informe señala que mantener los "planes energéticos del Gobierno" será "económica y medioambientalmente costoso" y pondrá en peligro la seguridad del suministro".

22.600 millones de euros

En relación al coste, apuntan que el desmantelamiento nuclear se traducirá en "un aumento de los precios mayoristas", ya que "incluso si la capacidad nuclear se sustituye totalmente por energías renovables; parte de la demanda suministrada por la nuclear será inevitablemente cubierta por los ciclos combinados, con mayor coste, cuando las renovables no estén disponibles". Augura un incremento de hasta el 10% en los precios en un escenario de cierre frente al de mantenerlas y apunta que "el coste directo adicional proyectado total de no prorrogar las centrales nucleares ascendería a 22.600 millones de euros, que sería soportado por las empresas y consumidores españoles".

En cuanto al coste ambiental, el informe señala cómo basar el mix en las renovables implicará también un incremento en el uso de energía fósil que aumentará "las emisiones de efecto invernadero". Lo estima en "casi 3 años" de las emisiones medias anuales en el país, con un coste de 3.400 millones "teniendo en cuenta los precios previstos del CO2".

"Improbable" que se cumpla

Respecto a la seguridad de suministro, el informe señala cómo el cierre nuclear necesitará de "esfuerzos adicionales en la infraestructura de la red eléctrica" y lanza una advertencia: "La aportación de la generación nuclear a la seguridad de suministro es crucial, ya que la capacidad renovable no puede proporcionar al sistema la disponibilidad y capacidad firme. En ausencia de soluciones de almacenamiento de larga duración con antelación al cierre nuclear, el cierre anticipado reduciría la seguridad de suministro, obligando a seguir recurriendo a la generación de gas".

Ante los "múltiples beneficios", que, defiende, tendría "la ampliación de la vida útil de las centrales", el informe augura que "incluso en ausencia de cambio de dirección política, es improbable que este plan de cierre se cumpla en su totalidad por múltiples razones, incluyendo la seguridad del suministro y la falta de capacidad técnica para efectuar los cierres en las fechas previstas". Como pronto, destaca el ifnorme, le primer reactor se cerrará en 2030.

El posicionamiento de esta asociación "política y de medio ambiente" elaborado junto a la consultora AFRY entronca con los postulados ecologistas de otros países y también con los de la UE: esta misma semana el Parlamento Europeo ha confirmado la inclusión de la energía nuclear entre las tecnologías e industrias estratégicas "limpias" en la Ley Europea de Industria de Cero Emisiones, aún en plena tramitación, convirtiéndola así en susceptible de recibir subvenciones y que recibirá el mismo impulso que tecnologías como la eólica y la solar.

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