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El éxito de Hungría: recauda lo mismo bajando Sociedades al 9% y aplicando un tipo único del IRPF del 15%

Adoptar una fiscalidad más baja no ha redundado en disponer de menos ingresos tributarios. El crecimiento ha provocado un effecto lafferiano.

Adoptar una fiscalidad más baja no ha redundado en disponer de menos ingresos tributarios. El crecimiento ha provocado un effecto lafferiano.
El parlamento de Hungría, en Budapest. | Alamy

El gobierno húngaro ha acometido algunas reformas tributarias de calado en los últimos años. Las principales modificaciones implementadas incluyen una agresiva reducción del tipo general aplicado en el Impuesto de Sociedades y la generalización de una tarifa plana como una única escala de retención en el Impuesto sobre la Renta. Estas mejoras no solamente han animado el crecimiento económico, sino que además han tenido un efecto dinámico capaz de compensar los ingresos tributarios que, en teoría, se podrían haber perdido como consecuencia d una menor imposición.

La modificación de la fiscalidad empresarial entró en vigor en enero de 2017. Hasta entonces, el país centroeuropeo aplicaba un sistema de doble tasa, con una escala del 10% para los primeros 1,7 millones de euros de beneficio y otra de 19% para las ganancias percibidas por encima de dicho umbral. Sin embargo, desde hace casi ocho años, el nuevo sistema en vigor exige simplemente un pago del 9% de los beneficios obtenidos a cierre de ejercicio.

En cuanto al Impuesto sobre la Renta, su aplicación está sujeta a distintas reglas de notable atractivo para los contribuyentes:

- De entrada, los jóvenes menores de 25 años no pagan IRPF, lo que supone un importante ahorro fiscal para los trabajadores, autónomos y empresarios que están dando sus primeros pasos en el mercado.

- A partir de esta edad, el único tipo aplicable después del mínimo exento es del 15%, bajo un modelo de tarifa plana o flat tax que permite pagar el mismo porcentaje con independencia del nivel de ingresos.

- Además, las familias con tres o más hijos a cargo y las madres de menos de 30 años están exentas de pagar IRPF.

Evolución de la recaudación

Si nos fijamos en los ingresos fiscales que obtiene la Agencia Tributaria húngara, encontramos que los caudales públicos recabados bajo este marco impositivo no solamente no se han desplomado, como advertían los más pesimistas, sino que se han mantenido sorprendentemente estables. Según datos avalados por Eurostat, la presión fiscal se ha mantenido estable en niveles comprendidos entre el 42% y el 43% del PIB a lo largo del periodo 2017-2022.

Esta circunstancia viene a confirmar que un modelo de impuestos más bajos no tiene por qué traducirse en una caída de los ingresos tributarios, puesto que el ensanchamiento de las bases imponibles favorecido por el crecimiento económico puede ayudar a que la recaudación se eleve a través de la mayor actividad generada en la economía.

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